viernes, 12 de junio de 2015

Texto de apoyo y TP 7

Educación y desigualdad social: la educación y sus efectos clasistas, sexistas, racistas


            Como indica el sentido común y la historia de la educación pública estatal de masas sobre todo en Europa, las instituciones educativas tuvieron un fuerte impacto “integrador” de las masas populares a fines del Siglo XIX y primeras décadas del XX.  La “escuela” es el símbolo mismo de igualdad ante el Estado y de compartir un imaginario, un territorio, valores, un destino y un patrimonio simbólico común. Sin embargo, al ver detenidamente el proceso de “integración” de las masas populares a los Estados nacionales, tenemos que la “escuela” compartía tan excelsa misión con otras instituciones como “el Ejército”, “los jueces” y la burocracia administrativa de control y vigilancia sobre la población. 

La escuela integra las clases populares al naciente Estado Nación, pero a costa de desintegrarlas de las culturas locales, de las identidades del terruño, de los grupos de referencia de las clases populares, de las Iglesias y credos, del dominio de las clases tradicionales, cambiando las costumbres arraigadas, “modernizando” las relaciones sociales ahora fuertemente mercantilizadas, imponiendo normas anónimas e impersonales, y por supuesto enseñando a sentirse parte de algo novedoso pero prometedor: el Estado que brinda seguridad y protección. Es decir, en su nacimiento mismo, la escuela nace integrando y desintegrando simultáneamente.

            La igualdad ante la Ley del estado implica un doble dispositivo de legitimación de desigualdades: la ley igual para todos (es evidente que un mismo criterio aplicado a situaciones distintas tendrá efectos distintos) y todos iguales ante la ley (es evidente que solamente somos iguales ante la ley y no ante cualquier otra cuestión).  La lógica del estado y su ley racional en realidad parece destinada a procesar las desigualdades de manera de legitimarlas en un orden formalmente igualitario.

La lógica de la escuela universal (el derecho a la educación) del estado puede ser analizada de forma semejante: todos son iguales ante los exámenes (el maestro, los programas, etc.)  y los exámenes (el maestro, los programas, etc.)  son iguales para todos.

            Como bien habían descubierto los reproductivistas, la educación consistía en un dispositivo que convertía las diferencias sociales en diferencias escolares individuales. La igualdad de trato supone que las diferencias de rendimiento deben ser explicadas por los méritos y capacidades de los sujetos y así pueden finalmente ser sancionadas y legitimadas.

Según esto, la escuela tal como la conocemos funciona como un dispositivo de desigualación entre individuos según algo que se llama hoy día “rendimiento”, que se plasma en una diferenciación social institucionalizada en lo que Bourdieu llama capital cultural acreditado (títulos).

            A lo largo de más de 50 años la sociología de la educación se ha abocado a desentrañar los infinitos aspectos y dimensiones de los efectos diferenciadores, discriminadores, marginadores, de la escuela.  Desde los viejos trabajos sobre escuelas de negros y blancos en EEUU, hasta las formas más sofisticadas de análisis clasista de los códigos linguísticos, de diferencias sexistas y raciales en la relación docente-alumno, etc. la escuela ha sido “exprimida” por los investigadores hasta largar el último de sus secretos.

La bibliografía disponible es enorme y aunque a partir de los ’90 de la mano de la importancia de la educación y la “sociedad del conocimiento” el tema fue quedando postergado en las agendas de los investigadores, los textos de la bibliografía pueden considerarse como algunas de las contribuciones clásicas.

            La gigantesca macroproblemática de la educación y la desigualdad social abarca una gama de dimensiones que por su extensión no podría siquiera ser listada en esta clase: voy a agruparlas en dos grandes rubros de análisis.

            1)  Las llamadas condiciones exógenas o contextuales y socioinstitucionales de impartición de conocimientos: se sabe que la distribución geográfica, de recursos económicos, institucionales, edilicios y de equipamiento, capacitación del personal docente, normas y reglamentos, estilos de gestión y manejo de autoridad, disciplina, estrategias de relación con el entorno, etc. tienen influencia e impactos sobre la reproducción de las diferencias sociales. En la percepción usual son captadas como “escuelas de negros”, “escuelas de villa”, “escuelas populares”, “escuelas céntricas”, “escuelas de mujeres” (que aún quedan en muchos lugares), “escuelas de inmigrantes”, etc. en cualquier lugar del mundo. En el texto de Poliak sobre el nivel medio se pueden ver muchos elementos de este tipo de efecto diferenciador de la escuela, incluso en términos no de alumnos sino de docentes. Los criterios de selección de docentes y las expectativas de los mismos varían de acuerdo a la composición social del alumnado y al sistema público o privado. Hay circuitos de trabajo diferenciados en el mundo de la docencia. Las escuelas tienen criterios clasistas de reclutamiento y de carrera y desempeño docente. La educación es una base importante para legitimar diversas formas de “cierre social” entre las clases bajas y las clases medias, entre estas y las clases altas, e incluso entre las clases altas y la "elite" simbolizada en los colegios nacionales y las escuelas que ofrecen títulos con validación internacional, bilingües, etc. La tipología de los docentes también juega un papel en este proceso de segmentación educativa. 
             
            2) Las condiciones endógenas del proceso educativo o pedagógico instruccional mismo: los programas explícitos o implícitos, el lenguaje y las didácticas del docente, los textos y material didáctico utilizado, la disposición espacial y temporal de la comunicación pedagógica, las formas de controlar y evaluar los aprendizajes, los conocimientos movilizados en los alumnos, las operaciones mentales requeridas y estimuladas o inhibidas, las rutinas de enseñanza,  etc. han sido estudiadas como generadoras de diferenciación social.  Los textos de Anyon y de Bernstein claramente estudian cómo existe una suerte de clasismo implícito en la pedagogía. Anyon muestra cómo cambian los contenidos, actividades, actitudes del maestro, etc. de acuerdo al origen social de los alumnos (trabajadores, clase media, profesionales, ejecutivos) en diversas escuelas.

El texto de Tedesco y Parra con un análisis de dos escuelas de barrios marginales de Bogotá muestra los principales problemas educacionales y pedagógicos propios de los servicios educativos a las clases populares. Lo primero que surge es una serie de "mecanismos del fracaso anunciado" basados en la creencia de los docentes en la imposibilidad de aprender de los alumnos de estas clases y de los destinos sociales inmodificables de los mismos. Hay una generalización de la percepción social sobre los marginados: la zona en la que viven es estigmatizada y homogeneizada sin contrastes relacionándola con situaciones negativas. Lo mismo ocurre con la visión de las familias: son mucho más parecidas al modelo pequeño burgués que deposita sus esperanzas en la educación de los hijos pero los docentes creen que allí domina la disgregación familiar y la despreocupación por la escuela.
El aislamiento de escuela y docentes de familias y barrio plantea una suerte de aislamiento social del proceso pedagógico. Las formas de solidaridad vecinal parecen  incompatibles con lo escolar: individualista competitivo que derivan en la separación por turnos de segmentos mejores y peores de alumnos. Hay dificultad para regular agresión en recreos y la acción de bandas de ex alumnos.
No hay demandas pedagógicas de los padres y sí pasividad frente al fracaso y autoinculpación. Los maestros son contradictorios: piden sacrificio pero no creen que puedan, piden esfuerzo pero creen que no va a  “valer la pena”. Hay pretextos para el desinterés por los resultados, se mide un 40% de tiempos perdidos. Las clases impartidas se caracterizan por la ausencia de motivación en las clases, explicación retórica y paso inmediato a la fijación, evaluaciones sin retroalimentación al aprendizaje.
Otro aspecto es el funcionamiento perverso del mercado laboral docente: se le da el trabajo más delicado al menos formado y experimentado o el peor docente a quién más lo necesita. No tiene en cuenta la calidad del producto. Las escuelas marginales serían centros de “entrenamiento” docente luego aprovechado por las áreas integradas. 

Educación y desigualdad social: dimensiones extra económicas.

Los mecanismos de reproducción de desigualdades y cierre social en general son atribuidos a factores como la desigualdad económica y en la distribución del capital cultural familiar. Sin embargo, las formas de operación escolarizadas de la perpetuación de las diferencias sociales asumen una variada gama de formas. Entre las más importantes tenemos las lingüísticas, las de género y las referidas a la cultura escolar.

Basil Bernstein –ya fallecido- es uno de los grandes sociólogos contemporáneos en el campo de la sociolinguística aplicada a la comunicación pedagógica. Sus trabajos en cierta forma herederos de la teoría de la violencia simbólica buscan las diferencias clasistas en el entramado mismo de la educación en tanto práctica significante.

Lo primero que hay que entender de las teorías de Bernstein es que no se trata de una variante de la teoría de la desventaja cultural que hace las veces de fundamento de las pedagogías compensatorias. Sus investigaciones parten de la base opuesta: no hay forma de probar superioridad de una forma de estructuración de la producción de significado sobre otra. Es la forma dominante la que por serlo impone al resto su valor o legitimidad diferencial. No es que los chicos de clases populares tengan una función semiótica peor o menos perfecta sino simplemente que sus patrones de producción de significación a través de la lengua son distintos. Tampoco se trata de una teoría de la carencia o del aprendizaje incompleto de las reglas de la gramática o la semántica. Tampoco se trata de que los chicos de clases populares “tengan otra gramática ni otra semántica”. Las reglas de construcción de las expresiones son iguales para todos, de lo contrario estaríamos ante una diferencia de idioma, o dialecto.

El concepto de código en Bernstein no debe asimilarse tampoco al concepto convencional de código como sistema de correspondencias entre significantes y significados o reglas de combinación de significantes para transmitir significado válido, que es el concepto usual de código = diccionario.  Código aquí significa algo bastante diferente que podríamos sintetizar: son los principios que regulan el uso del lenguaje para la producción de sentido. Y estos principios con los cuales se construyen sentido están condicionados por las posiciones de clase de los emisores y destinatarios de los mensajes, a saber, la cercanía o lejanía respecto del contexto material como determinante de las prácticas define estos patrones diferenciales de significación. Los chicos de clases trabajadores elaboran sentido a partir de lugares de enunciación contextualizados ya que sus prácticas dependen de ello. Por esta razón clasifican los alimentos como los que van dentro o fuera de la heladera, o se comen crudos o cocidos, son ricos  o feos.  Los chicos de clases medias en cambio elaboran sentido y utilizan el lenguaje descontextualizadamente apelando a categorías que tienen la pretensión de abstracta validez descontextualizada como “frutas”, “cítricos”, “verduras”, “legumbres”, etc.

Los principios de clasificación y enmarcamiento son las nociones centrales de su teoría clasista del lenguaje. Por el primero se puede establecer el grado de aislamiento o separación de sentido entre una expresión y otra. Por ejemplo “enseñar y aprender” en la pedagogía tradiciónal tenían una clasificación fuerte: estaban nítidamente separadas y una en realidad era el reverso de la otra. No se podía construir significación sobre la base de una superposición de ambas. Un ejemplo más aggiornado a la actualidad de nuestro país sobre principio de clasificación es el de género. Hombre/ Mujer debían ser nítidamente separados como sentido (la Iglesia apunta a un principio de clasificación absoluto), la evolución de las costumbres y la cultura ha contribuido a debilitar este principio de clasificación. Fácil es advertir que las relaciones entre expresiones como “estado” y “mercado”; “disciplina” y “rendimiento pedagógico”, “autoridad del maestro” y “respeto del alumno”, entre tantos otros ejemplos  tienen niveles de separación variables a lo largo del tiempo y entre distintos grupos sociales. Las currículas y programas educativos mismos pueden estar atravesadas por clasificaciones más fuertes o débiles: si las fronteras que separan las distintas asignaturas son fijas y nítidas o si hay pasajes y cruzas entre ellas.

El principio de enmarcamiento en cambio alude al grado de dependencia entre el emisor y el destinatario que la comunicación o los significados producidos permiten. Todo mensaje significa no solo un objeto o referente, sino también la relación entre emisor y receptor. El grado de control que se arroga el emisor a través del mensaje del contenido de significación de ese mensaje determina el enamarcamiento fuerte o débil. Un código con enmarcamiento débil permite determinado grados de apertura de la significación a los destinatarios del mensaje. Un enmarcamiento fuerte cierra en torno del emisor autorizado el control de dicha significación. Por ejemplo, en la pedagogía clásica la autoridad pedagógica se arrogaba el control total de la validez de las significaciones. Es más,  parte de la base de que los destinatarios son ignorantes y por tanto necesariamente están excluídos de intentar legítimamente intervenir sobre el proceso de significación. Lo contrario ocurre con las pedagogías activas, y por supuesto en el “maestro ignorante” se invierte totalmente. En términos de Bernstein, el experimento de Locotot podría considerarse una comunicación pedagógica con enmarcamiento nulo y clasificación indeterminada.

Este tipo de planteos ha sido muy eficaz para describir y explicar muchos aspectos de la reproducción escolar. Las clases sociales tienen valores de clasificación y enmarcamiento diversos en las formas de construir significado y usar el lenguaje.

A su vez estos principios no son solamente aplicables a los agentes pedagógicos sino también a las agencias pedagógicas: las instituciones “hablan” e intentan construir sentido, lo que lleva al interesante problema de las contradicciones entre clasificaciones y enmarcamientos institucionales y aquellos personales que no siempre van en sintonía. 

Finalmente el tema de los códigos amplios y restringidos  muestra la notable profundidad de la penetración de la diferenciación clasista a través de la pedagogía escolar: el lenguaje está estructurado de manera clasista y la escuela tiende a desconocer un código en función del otro. El lenguaje que se maneja desde una distancia a las condiciones de la práctica tiende a ser universalista y abstracto, con reglas de manipulación simbólica que esconden la posición del emisor frente a la práctica real. Aquellos lenguajes construidos desde el ejercicio de la autoridad económica o el poder burocrático siempre tienen la apariencia de validez general para todo tiempo y lugar. No se trata de manipular objetos sino símbolos para que los destinatarios manipulen objetos de manera “valida”. El código restringido muestra todo lo contrario: la manipulación práctica de objetos no puede prescindir en la producción de sentido la referencia al contexto real compartido del emisor y el receptor.  

Es interesante obsevar que tanto en estudios de sociolingüística educativa como en el de discriminación por género, los estudios tienden a ser transversales, combinando rubros o dimensiones de  análisis. Son fenómenos que atraviesan “molecularmente” el hecho educativo, lo impregnan de manera extensa y profunda. 

Cuando los efectos diferenciadores que se proponen estudiar se refieren al “género” esta característica se hace evidente como en el trabajo de Kelly y Nihlen sobre el patriarcado. Muestra desde la infrarrepresentación de las mujeres en los puestos de dirección de las escuelas y sistemas educativos, hasta los patrones de contratación laboral que privilegian la doble carga doméstica y docente. Muestra también el patrón de género de la elección de  materias (ciencias duras para los hombres y “blandas” para las mujeres), en los textos escolares, y también la inculcación de pasividad, prolijidad, y las exigencias diferenciadas del docente para varones y nenas. Huelgan mayores explicaciones porque el texto es muy claro y detallado en la enumeración de aspectos escolares en donde se reproduce el dominio masculino. Quizás un defecto de este trabajo es que obvia los fenómenos de cierre social basados en la preeminencia femenina: el magisterio preescolar por ejemplo ha mostrado en diversos países ser reacio a la incorporación de varones; incluso la enseñanzas de deteriminadas carreras universitarias como obstetricia han sido por años monopolizadas por mujeres.

El texto de F. Enguita muestra también la incidencia clasista de distinto tipo en torno a la oposición a la cultura escolar. Los posicionamientos del alumnado frente a los valores, normas y rutinas de la vida escolar está muy atravesada por las posiciones de clase. El conformismo que se expresa como adhesión valorativa e instrumental; y la resistencia que se manifiesta como rechazo a ambas dimensiones en realidad son casos menos frecuentes que otras formas como la disociación y la acomodación. Las clases medias pueden tender mayoritariamente a la adhesión y también a la disociación, las clases trabajadoras a la acomodación y la resistencia.

TRABAJO PRÁCTICO

Elija una y solo una de las tres consignas

1) ¿Cómo podría combatirse el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado que afectan el desempeño docente en las escuelas de clases populares marginadas? Si conoce proponga alguna experiencia que va en contrario de lo que ven Tedesco y Parra.

2) ¿Cómo calcula que pueden influir el Plan Conectar Igualdad y los programas de becas, la AUH y la ampliación de la obligatoriedad en las creencias docentes en los procesos pedagógicos y las expectativas docentes?
    
  

21 comentarios:

  1. https://www.youtube.com/watch?v=4driTcisE0k&feature=youtu.be
    Consigna 1
    Partiendo de lo que plantean Tedesco y Parra, se puede corroborar que muchos de los fracasos escolares que se le atribuyen a un sistema educativo cada vez más complejo y menos eficiente, se encuentra dentro de la imagen de un docente que muchas veces no está del todo “dispuesto” a afrontar la vida escolar y más allá de todas las disputas que se dan entorno al sistema educativo, que muchas veces suenan perversas e irreversibles, tanto para los docentes que enfrentan la enseñanza formal como los alumnos que la padecen, pareciera todo tornarse un círculo vicioso donde todos tratan de “zafar” empleando el menor esfuerzo posible y que a largo plazo resulte redituable. Me refiero aquí a un razonamiento facilista tanto desde la sociedad que deposita sujetos en las escuelas y al sistema escolar que trata de acreditar conocimientos masivamente solo como respuesta automatizada, convirtiendo a la Escuela en una gran empresa donde se fabrican cierto “tipos” de sujetos.
    https://www.youtube.com/watch?v=4driTcisE0k&feature=youtu.be
    En el video que señalo, se cuenta entre otras cosas la experiencia de una escuela del conurbano, donde acuden alumnos de bajos recursos y que por iniciativa de los docentes lograron incorporar una forma alternativa, dentro de la educación tradicional, para retener alumnos que habían sido tal vez el resultado de todo el fatalismo pedagógico que pueden verse en este tipo de contextos en los que se insertan estás escuelas, descriptas ya por Tedesco y Parra. Personalmente realice las entrevistas a estos docentes que fueron los que llevaron adelante la experiencia una de tantas que seguramente se realizan de manera discontinua y aislada en algunas zonas del país, lo que rescato de esta “historia” es la actitud de los docentes ante la problemática quizá muy frecuente en las escuelas de zonas marginales, la repitencia y deserción escolar. Ambos docentes cuentan su afán por intervenir en ese desafío que fue hacer educación en esa escuela en ese momento histórico, hablan de sus horas de trabajo extra escolar, de ese compromiso que significaba intervenir en la integridad que hace a los sujetos, de transformar e impulsar el desarrollo cultural de las personas que habitan la zona. Tal vez si partimos de esas premisas los docentes sugieran que se les pide demasiado, más de lo que profesionalmente deben hacer en las aulas, pero también es necesario replantear la tarea de los docentes pensando en que forman sujetos sociales y por ello mismo ¿no debería ser necesario plantear la labor docente desde un lado más humano?
    Vera Torres.

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  2. Creo que el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado que afectan el desempeño docente en las escuelas de clases populares marginadas podrían combatirse tratando de sostener una escuela donde la enseñanza y el trabajo educativo sistemático con el grupo sea la tarea más importante, donde la enseñanza y la relación de los profesores con los alumnos sea congruentes entre sí ,hacer de cada escuela una unidad educativa, con metas comunes, con formas de relación estimulantes para el aprendizaje no sólo de conocimientos, sino también con una colaboración entre todos los integrantes de la comunidad con la idea de comprensión, apoyo hacía los alumnos porque cuando la tarea de enseñar y educar se asume con responsabilidad, es decir, cuando el profesor/a sabe que de su trabajo depende que sus alumnos logren los propósitos educativos del grado que atiende y del nivel educativo, cuando los acompaña y genera un vínculo , cuando se interesa por ellos como personas y no solo se guía por la idea de que ellos no pueden aprender , o que son un número más , creo particularmente que uno como profesor debe estimular al alumno de la clase social que sea, porque la educación es la base primordial y tod@s tenemos el derecho a aprender.

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  3. 1) ¿Cómo podría combatirse el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado que afectan el desempeño docente en las escuelas de clases populares marginadas? Si conoce proponga alguna experiencia que va en contrario de lo que ven Tedesco y Parra.

    - El fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado que afectan el desempeño docente en las escuelas de clases populares marginadas podrían combatirse ofreciendo un programa de igualdad de oportunidades de aprendizaje, que no diferencie por estratos sociales y que transforme el funcionamiento educativo; donde profesores y alumnos sean un mismo tronco, logrando un clima agradable que permita entablar una confianza en donde el alumno pueda, desde despejar dudas en clase hasta pedir ayuda psicológica para que los problemas que a veces son arrastrados desde la casa no perjudiquen el futuro educativo del estudiante. Se debe aprovechar los conocimientos previos del alumno para tratar de incentivarlos en el aprendizaje, fomentar el trabajo en grupo para que aquellos estudiantes de quienes se podría creer que están destinados al fracaso se integren con el resto y puedan ayudarse a limar aquellos "contra".

    Tedesco y Parra: Los maestros son contradictorios: piden sacrificio pero no creen que puedan, piden esfuerzo pero creen que no va a “valer la pena”.

    Este fragmento me hace pensar que se debe determinar una metodología de enseñanza en la que se lleve un minucioso seguimiento en el cumplimiento y el accionar del alumno. Las actividades deben pensarse de acuerdo a las necesidades e intereses de estos grupos; me parece necesario hacerlo para que los mismos no queden excluidos del mercado de trabajo, de los distintos grupos y subgrupos sociales; la formación educativa es la que motivará sus proyectos el día de mañana, por lo que debemos ayudarlos a adquirir los deseos de progreso que les permitirán el avance en la vida.

    Piñero Valeria.

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  4. Consigna 1.
    Creo que para combatir el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado, en primer lugar el docente debe dejar de ser el “centro de la situación educativa” en donde se cree el representante de la cultura y el que transmite el saber y el conocimiento al alumno, posicionando a este en una actitud pasiva de obedecimiento frente al profesor, en donde lo que este dice no puede ser discutido o cuestionado ya que el maestro posee la verdad absoluta. Si el docente comprende que el encuentro educativo es un encuentro social entre hombres (Freire) en donde todos tienen saberes, sentimientos y pensamientos propios, en donde el conocimiento circula, se discute, se cuestiona. Si el docente logra no convertir las diferencias sociales en diferencias escolares individuales se podría combatir el fatalismo y esas creencias de fracaso. Recordemos como dice Freire: “Las ideas y cambios surgen de la actividad y reflexión de las masas”.
    Durante años fuimos educados de esa manera y fue naturalizado el hecho de que el docente es el único poseedor del conocimiento, pues nuestro trabajo es desnaturalizar esa figura, para lograr mayor igualdad de oportunidades para todos.
    Como menciona Tedesco y Parra en el análisis de las dos escuelas de barrios marginales de Bogotá en donde muestran los principales problemas educacionales y pedagógicos propios de las clases populares muestran los “Mecanismos de fracaso enunciado” en donde los docentes creen que es imposible que alumnos de esas clases sociales puedan aprender y modificar su destino social, lo peor de esta situación es que los alumnos terminan creyendo que así será.
    Alumna: Bertana Valeria.

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  5. Teniendo en cuenta que para los docentes de las escuelas marginales, los alumnos fracasan por la situación familiar que atraviesan, por el lugar geográfico en donde viven; se entiende que el punto de partida de este tipo de enseñanza por parte del docente es “sin interés”, no esforzando su labor; por eso se ausenta, por eso no prepara las clases. Creo que estos no se hacen cargo de sus errores, ya que es más fácil culpar al sistema o al otro que mirar sus “propios zapatos”, no reconocen el déficit de su rol como docente. Toman el cargo por el dinero y direccionan las clases día a día, sin una preparación de los temas (como harían si trabajaran en una escuela de clase media).
    Creo que para revertir esta situación, es decir para combatir el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado por parte del docente; debería darse un giro al pensamiento tanto de la sociedad como de los docentes. En principio, no se debe estigmatizar a estos alumnos por el lugar que ocupan en la sociedad. Se debe mirar al otro como un igual, no en un rol autoritario de que el como docente sabe y el chico como alumno no sabe nada. Se debe tomar otra postura y buscar la forma de que este alumno aprenda, que incorpore conocimientos para poder crecer personalmente y económicamente. Si los docentes miran para otro lado, sabiendo que son ellos los que acompañan junto con la familia el camino de estos chicos, creo que esto nunca cambiara.
    Los docentes deberían comenzar poniéndose y poniéndoles a sus alumnos metas cercanas y alcanzables. A partir de esta confianza que cada uno va generando al cumplir las metas, la enseñanza se va afianzando por ambas partes. Es importante que el docente se interese por los alumnos, por saber que entienden y que no (no debe dar todo por explicado y entendido), por saber si el grupo se lleva bien, sin tienen algún inconveniente cuando faltan; debe darle la contención que muchas veces no recibe en su casa.

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  6. 2) ¿Cómo calcula que pueden influir el Plan Conectar Igualdad y los programas de becas, la AUH y la ampliación de la obligatoriedad en las creencias docentes en los procesos pedagógicos y las expectativas docentes?


    Los impactos en la educación de la Asignación Universal por Hijo y el Plan Conectar Igualdad, veo son muchos, importantes y en su mayoría positivos. Si bien todo proyecto tiene virtudes y carencias. Se ve un incremento de la matrícula por parte de la implementación de éste plan, lo cual quiere decir que la implementación de este tipo de políticas, influye de buena forma en la política educativa, se puede afirmar que generan igualdad de oportunidades, y ayudan a achicar las diferencias de acceso a la educacion .
    En cuanto a las creencias docentes y sus expectativas, creo que allí se encuentra una de las deficiencias y no son ellas del programa, no de su implementación. Lamentablemente es para mi muy frecuente ver como muchos docentes acuden a esconder su falta de vocación o tan simplemente su falta de cumplimiento de trabajo bajo la excusa de que muchos de sus alumnos solo van a la escuela para que sus padres cobren “el plan” cito como ejemplo el comentario de mi compañera Claudia: “ Teniendo en cuenta que para los docentes de las escuelas marginales, los alumnos fracasan por la situación familiar que atraviesan, por el lugar geográfico en donde viven; se entiende que el punto de partida de este tipo de enseñanza por parte del docente es “sin interés”, no esforzando su labor; por eso se ausenta, por eso no prepara las clases. Creo que estos no se hacen cargo de sus errores, ya que es más fácil culpar al sistema o al otro que mirar sus “propios zapatos”, no reconocen el déficit de su rol como docente” estos docentes toman como bandera una realidad que ellos mismos crean, dicen que no pueden tener ni buenas ni altas expectativas para con lo que podrían aprender sus alumnos porque seria en vano. ya que, no van a la escuela a aprender, solo a facilitarle a sus padres el cobro del “plan” y que los pocos que si lo hacen por mas que se esfuercen no van a llegar lejos.
    Como bien se dijo en la ultima clase, : las expectativas de que los chicos no aprendan empobrece la practica pedagógica, hace que los docentes se esmeren en las actividades de fijación y repetición, que las evaluaciones sean clasificativas y (si están bien o mal) por lo tanto ese escepticismo de los docentes se traduce en un doble mensaje para los alumnos: vos no podes pero esforzate o vos podes pero no te va a servir de nada pero esforzate, aunque vos puedas tenes un destino marcado. Este tipo de estructuras en torno al aprendizaje genera rechazo por parte de los alumnos y en otros casos genera aceptación de que no pueden. Y es este entramado en el que hoy se encuentran los chicos a la hora de ir a la escuela y es lo que quizás deberíamos empezar a trabajar para revertirlo.

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  7. 1) La escuela reproduce los valores culturales dominantes; adoptando un lenguaje formal, conformando así “la cultura escolar”, propiciando que los alumnos de sectores medios logren el éxito.
    Debe a su vez brindar al alumno las posibilidades de favorecer los vínculos, crear el sentido de pertenencias, realzar su autoestima, brindar las herramientas necesarias, desarrollar habilidades para superarse cuando la meta no se logre en el tiempo esperado.
    El docente debe considerar que él puede generar fracaso a sus alumnos; pero para que esto no suceda este docente debe de saber volver a sus prácticas didácticas , para modificarlas y utilizar otro tipo de estrategias, y encausar los bajos rendimientos hacia aprendizajes significativos, y no lleven al aburrimiento del alumno.
    El docente debe tener una preparación adecuada a las necesidades de sus alumnos y acorde a los constantes cambios culturales e intelectuales de los tiempos que corren. Deben participar y comprometerse en un proyecto común.
    Así rol que debe de desempeñar dicho docente es de enseñar conocimiento de diferentes áreas, como ser: matemáticas, lengua y literatura, ciencias sociales y naturales, etc.; promoviendo así actividades que se adecuen a las necesidades e intereses de sus alumnos, proporcionando el desarrollo de la autonomía y la cooperación.
    Por ejemplo: el aula no solo constituye a desarrollar aspectos lingüísticos, sino a reforzar las actitudes positivas o a la neutralización de las negativa

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  8. 2) ¿Cómo calcula que pueden influir el Plan Conectar Igualdad y los programas de becas, la AUH y la ampliación de la obligatoriedad en las creencias docentes en los procesos pedagógicos y las expectativas docentes?


    Todas las políticas que tienen como objetivo el aumento de las posibilidades de acceso a la educación, por parte de los niños y adultos con bajos recursos económicos, no me cabe duda que influye de manera positiva sobre los sujetos en cuestión ya que son de gran soporte para poder desarrollarse tanto intelectual como personalmente.
    Con respecto a los docentes, no creo que influya de manera sustancial. Ya que como bien dicen mis compañeras Claudia y Gabriela las docentes tienen prejuicios de antemano, ya sea por ejemplo, por la zona en la que se encuentra la escuela por ejemplo.
    Se observa mayormente, que las docentes del nivel primario y secundario, al saber que alguno de sus alumnos es poseedor de una ayuda económica, incrementan sus creencias acerca de que dicho estudiante “no es capaz por ser pobre”. Sin embargo, luego quizá se puede observar a las mismas docentes, con alumnos adultos que en ocasiones cuentan con estas ayudas financieras, valorar el esfuerzo que estos últimos realizan para poder asistir a clase, los apoyan y les dan ánimo.
    Creo que es todo muy relativo y depende de la formación de cada docente. Estará quien podrá valorar o no el esfuerzo que algunos padres hacen para que sus hijos puedan recibir una educación digna, y para aquellas/os docentes que como bien mencionan mis compañeras anteriormente nombradas, tienen el concepto de que los padres envían a sus hijos para cobrar el plan/beca, a mi criterio, creo que lo tendrían que tomar como algo no tan importante y que si es realmente así, no debería interferir en su trabajo que al fin y al cabo debe ser el mismo para cualquier alumno, y en vez de crear prejuicios habría que tratar de ayudar y empeñarse en poder dar lo mejor para enriquecer su propio labor y a su vez otorgarles las herramientas necesarias a los estudiantes para que los mismos alumnos encuentren en la escuela una vía fiable hacia algo mejor.

    Anabela Lovisa.

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  10. 2)

    Tanto el PC-I como los programas de becas, la AUH, etc. Creo que influyen de manera positiva en el ámbito educativo.
    Estos programas tienen como objetivo reducir las brechas educativas y sociales. También se puede decir que estos hacen impacto en la vida cotidiana de los alumnos y de la gente que los rodea, en primera instancia la familia y no solo se limita a lo académico. Por lo que es de esperar que estas nuevas herramientas puedan ser tomadas para achicar esa brecha entre "los que tienen y los que no" y posicionar a todos o la mayoría en "igualdad de condiciones".
    No obstante nada garantiza que los maestros se despojen de los estereotipos con los que justifican ese "fatalismo pedagógico" al que hacen mención algunas compañeras y en el que caen aquellos docentes no comprometidos con su profesión, buscando ahora otras excusas tales como "a la escuela no llega Internet, no todos los alumnos han recibido la computadora, etc.

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  11. Consigna 1
    1) ¿Cómo podría combatirse el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado que afectan el desempeño docente en las escuelas de clases populares marginadas? Si conoce proponga alguna experiencia que va en contrario de lo que ven Tedesco y Parra.

    Coincido con las palabras de Valeria Piñero en que la forma de combatir el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado que proponen Tedesco y Parra es brindar igual posibilidad de aprendizaje a los niños de clases marginales. Para lograrlo, creo que el Plan Conectar Igualdad es una gran respuesta. Ya que dicho plan se propone reducir la brecha digital y mejorar la calidad de la educación pública en la escuela secundaria, promoviendo valores como la integración y la inclusión social.
    El plan Conectar Igualdad propone trabajar para lograr una sociedad alfabetizada en las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, con posibilidades de un acceso democrático a recursos tecnológicos e información sin distinción de grupo social, económico, ni geográfico del país; donde alumnos, docentes, familias y directivos forman parte de este proceso.
    Es una pena que todavía haya escuelas en donde no se ha puesto en práctica por completo, ya que algunos profesores aprovechan las netbooks en su labor pedagógico y otros no; y en otros casos no se aplica debido a la ignorancia de las autoridades pero creo que llevado a cabo en su totalidad este plan sería una buena salida para combatir el fatalismo pedagógico.

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  12. 1) ¿Cómo calcula que pueden influir el Plan Conectar Igualdad y los programas de becas, la AUH y la ampliación de la obligatoriedad en las creencias docentes en los procesos pedagógicos y las expectativas docentes?
    Creo que la idea de generar mayor oportunidades y ampliar la igualdad a partir de estos planes de integración a todos los sectores sociales permite ver que las políticas educativas se han visto interpeladas por la desigualdad y la exclusión, siendo esto, aún más agravado, por esas condiciones endógenas de las que se han hablado en clase. Gran parte de los docentes han identificado en estos planes, únicamente, la posibilidad de obtención de un subsidio económico, y dejan de lado el proceso educativo, es decir, la formación y adquisición de conocimientos, la participación y democratización, los intereses o compromisos que los estudiantes asumen, por ello es pertinente considerar lo que Tedesco y Parra describen respecto a fracaso escolar, en donde los docentes exponen por ejemplo que las condiciones edilicias, geográficas, culturales, familiares, entre otras son las causas del fracaso de la acción pedagógica, pero estos docentes no se atribuyen ninguna, más allá de que el estudio realizado por los autores haya sido realizado en Colombia se observa en este ejemplo para Argentina: “...alrededor del 40% del tiempo establecido para la enseñanza se pierde por actividades del docente que suponen, de hecho, abandono de su tarea específica: conversaciones con colegas, retraso en entrar en clase, dedicar parte del horario escolar a desayunar o almorzar, etc.” (Tedesco y Parra) . También se puede hacer referencia a lo que plantea Poliak en una de las entrevistas a directivos, si bien se refiere a escuelas secundarias, se aplica a otros niveles, lo cierto es que existe “el trabajo simultáneo en varias escuelas y el cansancio que esto genera; también la falta de perfeccionamiento necesario para adecuarse a los cambios sociales y a los jóvenes. Algunos directivos expresan las quejas por el ausentismo docente y la falta de personal, y el reclamo de mayor compromiso institucional.”
    Por lo tanto creo que los planes vienen a cambiar para los docentes su acción pedagógica, a partir de capacitaciones en NTIC, por ejemplo, y acercando a los alumnos a nuevas formas de conocer, participar.
    Sin embargo, más allá de ello, las expectativas de los docentes terminan siendo aquellas en las que se espera que aprendan lo básico o lo que se puede, cuando es prácticamente inexistente la motivación, las clases son expositivas y las actividades poco productivas, y a esto se suman las evaluaciones que terminan siendo un elemento para aplicar la "lógica del esfuerzo", por lo tanto de acuerdo a cómo sean los resultados de dicha evaluación, se verán si valoran los esfuerzos de la familia y propios o no.
    Si bien hemos visto en clases anteriores que el PCI, las becas , la AUH y la obligatoriedad no se reconocen como Derecho por la sociedad, es necesario plantearlo una y otra vez en los diferentes ámbitos educativos, y remarcar cuáles son las implicancias que tiene cada uno, para modificar las prácticas, desde los docentes a partir del momento en que puedan naturalizar este Derecho y puedan demostrar a quiénes les corresponden y en qué consisten, hasta a aquellos que son portadores del mismo, que tal vez no lo saben y que aceptan las cosas sin cuestionamiento, creo que de esta forma se podría comenzar a revertir estas actitudes en el ámbito escolar.

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  13. 1)el fatalismo pedagógico podría combatirse a través del trabajo articulado del equipo docente en una misma institución, que funcione en pos de mejorar la calidad educativa de los estudiantes, integrando a las familias en el proceso de aprendizaje de los alumnos.
    planteo esto porque muchas veces pareciera que no hay una comunicación fluida entre los docentes de distintas áreas o grados, las dificultades que se presentan a lo largo de las clases, muchas veces no son comentado por los docentes hacías sus pares para encontrarle una solución, y talves cuando esto pasa se adjudica que el problema proviene por el ámbito en donde el estudiante vive, y no se le busca una solución. ademas si algún docente construye un buen trabajo con los estudiantes este no se sigue reforzando cuando el alumno pasa de grado.
    mayormente a las familias se las llama a las escuelas, cuando el alumno tiene mala conducta y acá también pasa lo mismo. en ves de buscar alguna solución para esto, entre la familia y el docente, mayormente se reta al alumno minimizando el problema a una cuestión de falta de disciplina. creo que el fatalismo pedagógico va a empezar a disminuir, cuando se entienda que el aprendizaje no es individual sino que es un proceso colectivo en donde cada docente y la familia es mucho mas relevante de lo que normalmente se cree.
    Denisse Moreno

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  14. Alejandra Figueroa29 de junio de 2015, 21:52

    ) Las distintas políticas educativas de inclusión y obligatoriedad escolar ampliaron el ingreso de los adolescentes a las escuelas de nivel medio secundario, como también la multiplicación de estas instituciones. Las becas, la Asignación universal por hijo y el plan conectar igualdad funcionan como recursos materiales y de derechos. Pero estos programas son considerados en las creencias docentes como formas de asistencialismos para los estratos más bajos y no como programas que renueven los procesos pedagógicos. Tal como lo plantea el texto de Poliak en cuanto que “la educación ya sea un bien o un derecho se encuentra desigualmente distribuido en circuitos educativos con segmentos de distinta calidad”, es decir, cada institución escolar tiene criterios clasistas para diferenciar a los alumnos y a los docentes. Por ejemplo los docentes de estratos bajos como describí mas arriba plantean esta función asistencial de los programas y a la vez ese asistencialismo se relaciona con un quehacer docente basado en una relación de contención con los alumnos debido al contexto en que viven, se establece una relación afectiva para retener al alumno “mejor en la escuela que en la calle”, a la vez que los directivos de estas instituciones también buscan un perfil de docente las cuales tienen más que ver con las características personales y actitudinales mas que con la formación pedagógica y académica. A modo de ejemplificar estas características paso a citar una situación vivida por una colega docente quien a la hora del cierre de notas del primer trimestre, el director de la escuela le pidió que revea y cambie las notas de alumnos desaprobados diciéndole que en el contexto donde trabajan no puede desaprobar a los alumnos y que reduzca la cantidad de temas de su materia, en este caso, historia. En este ejemplo, se puede observar lo que plantea Anyon en cuanto a la reducción del contenido de acuerdo al origen social de los alumnos, existe un clasismo implícito en el proceso pedagógico, con la disminución de los contenidos de la materia por considerar el contexto en el cual se halla la escuela.
    Tal como plantea el texto de Poliak estos docentes y directores sienten preocupación por la situación en la que se encuentran los alumnos de estratos bajos ya sea por la falta de perspectivas laborales, pero sostienen a la vez un compromiso y cierta conformidad con su tarea cotidiana, pero que a la vez, tal como lo dice el autor de expectativas a futuro acotadas.

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  15. 2.- Las diferencias y desigualdades de las que trata el texto no son solo racista (en donde hay mucha diferencia y discriminación) o sexistas, pues también existen otros elementos que se utilizan para “establecer una diferencia” tanto dentro como fuera del colegio, pues conozco un caso cercano en la que una alumna nunca supo ser asistida en el colegio dejándola de lado en las clases y hoy en día sufre un abandono social hacia su persona ya que habiendo estado en segundo grado en la primaria se vio forzada por la autoridades del colegio a regresar a primero (ya que la habían hecho pasar por en cumplimiento de la ley que desautoriza a repetir el primer grado a los alumnos), porque no constaba con los conocimientos básicos del segundo grado y “gracias” a la poca enseñanza recibida de los maestros se vio forzada a perder otro año. ¿Cómo puede sentirse esa niña dentro de unos años cuando chicos de su misma edad cursen estudios secundarios y ella aún sigue en la primaria? Y más aún ¿Podrá estar bien en la sociedad siendo respetada por los maestros y compañeros? ¿Se podrá implementar un algo más a estos planes sociales que impone el gobierno (La AUH y El plan conectar igualdad o quizá algunos para los maestros) que por el momento son de poca ayuda para chicos como en el caso de Tatiana? Aquí encuentro algo en relación con lo que dice Parson en la pertenencia a un grupo y las diferencias en la edad escolar de los diferentes estudiantes.
    Soy Huani

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  16. 2) ¿Cómo calcula que pueden influir el Plan Conectar Igualdad y los programas de becas, la AUH y la ampliación de la obligatoriedad en las creencias docentes en los procesos pedagógicos y las expectativas docentes?
    Tanto el Plan Conectar Igualdad, los programas de Beca y las Asignaciones Universales por hijo fueron proyectos lanzados por la presidenta y estuvieron destinado para todo el pueblo Argentino.
    El Plan Conectar Igualdad está destinado para niños y jóvenes que estudien como se supone que todo proyecto tiene sus ventajas y desventajas; dice que ayuda a tener más conocimientos y contacto con la tecnología y lo virtual. Estar actualizado, generara espacios de diálogos al instante desde cerca y a lo lejos, etc.
    Pero también existe otra realidad y es que tanto docentes como padres en su mayoría no están preparados y no tienen muchos conocimientos, algunos solo saben lo básico, otros ni saben cono encender una PC.
    Los docentes diariamente están en contacto con los chicos y jóvenes y no todos usan las PC por el solo hecho de que no todos las usan para el estudio.
    Hay algunos que sí la usan para el estudio y sacan provecho pero el otro porcentaje no.
    Lo mismo pasaría con las Becas. Gastan el dinero si vamos al caso el pasaje, fotocopias, libros que casi ni se usa ya en el colegio, y el resto en otras cosas.
    Y con respecto a la Asignación Universal por hijo es un tema muy discutido creo que tengo bastante por decir pero no es con respecto a lo educativo.
    Pero considero que si hay madres que con ese dinero mandan a sus hijos a estudiar y comprarle lo necesario para sacarlos adelante y que tengan un futuro. Me mato este comentario del un diario con respecto a la AUH “Es el caballito de batalla del Gobierno a la hora de justificar su política contra la pobreza”. Y digo yo como juegan con las personas  siendo que hay personas que quieren progresar y docentes que luchan por esos chicos y por la educación en general.

    EN PALABRAS DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN: La educación construye justicia social y es nuestro compromiso promover la inclusión educativa y brindar una enseñanza de calidad, que hoy se ve fortalecida por esta acción que apoya a las familias que más lo necesitan, al promover la inserción de niños y jóvenes que se encuentran fuera del sistema educativo y el acompañamiento a las trayectorias escolares de los que, estando escolarizados, presentan dificultades que ponen en riesgo su continuidad.

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  17. 1) ¿Cómo podría combatirse el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado que afectan el desempeño docente en las escuelas de clases populares marginadas?

    Desde una concepción Freireana, se podría pensar en la idea de una reconceptualización de la labor docente en estas clases marginadas, donde se genere un diálogo con el educando y se lo respete tanto a él como a su concepción del mundo. Los docentes deben desterrar esta idea fatalista de que la realidad es así, es lo que es y nada podemos hacer ante esto. Desprenderse de la creencia que los chicos de clases marginadas no podrán aprender, partiendo de la eliminación del doble mensaje que se les impone. Entender que la educación se nutre de sus experiencias directas con los procesos de individuos en el camino de lograr su liberación personal. Son los mismos contextos en que viven y principalmente, la valorización del capital cultural que traen los chicos, lo que articulado con la enseñanza en el aula podrá generar aprendizajes significativos y buenos resultados en los alumnos, contrario a las creencias de estos docentes.
    Tal vez el cambio necesario sea más profundo y de fondo, en el que se pueda transformar los sistemas de enseñanza, ergo las maneras de formar a los educadores, el que estén realmente conectados con sus sociedades y recuperen la humanización que tanto se necesita en la tarea de educar. Es necesario denunciar ese malestar que encontramos en el fatalismo pedagógico docente, que echa a perder la labor. Por otra parte creo que hay una falta grande de un proceso de subjetivación del rol docente, una ausencia de crítica a la práctica pedagógica propia, en el que se reconozcan como parte de un entramado social, no como agentes autónomos, y que puedan también visualizar su función más allá de la práctica educativa concreta, con los efectos que esto produce. Y al ser un proceso, entiendo que no tiene principio ni fin esta subjetivación, sino que debería ser permanente de la labor y estar en constante movimiento.

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  18. 1) ¿Cómo podría combatirse el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado que afectan el desempeño docente en las escuelas de clases populares marginadas? Si conoce proponga alguna experiencia que va en contrario de lo que ven Tedesco y Parra.
    Empatía. De qué otra manera que no fuese realmente poniéndonos en el lugar de los otros lograríamos entenderlos, primordialmente ocuparnos de las urgencias que van más allá del currículo, para lo luego de esa manera poder realizar una buena transposición didáctica de contenidos en nuestras clases.
    Una buena manera de resolver el fatalismo pedagógico o el fracaso programado es que se dejen de lado los estereotipos y las equitaciones a las instituciones. Es necesario que cada escuela tenga un buen directivo a cargo y que sea él quien de determinada manera logre este cambio en los docentes.
    Yo considero que el fatalismo pedagógico se genera en manos de docentes quienes pretenden que los alumnos sean un Emilio, o piensan la educación actual con una mirada ya pasada, antigua y casi imposible hoy en día. Es necesario que los docentes avancen con la sociedad. No podemos pretender que los chicos aprendan algo si uno se lo impone, ya que el poder, como figura de autoridad, ya caduco en la sociedad.
    Sin embargo, con mi linea de razonamiento, el problema se ve reducido a los docentes particulares, y no sería una solución que pueda ser implementada con un carácter mas masivo.

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  19. Consigna 1.
    El fracaso anunciado por los docentes sobre la imposibilidad de aprender de los alumnos y su destino inmodificable se da en el marco de las clases populares.
    Se subestima, generaliza y estigmatiza a los alumnos de barrios marginales; Los docentes e instituciones establecen relaciones pedagógicas sobre la base de deseos egoístas y del bien propio.
    Los docentes en esos contextos transmiten mensajes contradictorios a los alumnos, exigiéndole esfuerzo al máximo aun creyendo que nos le servirá de nada en un futuro, muestran falta de interés y una desmotivan al enseñar.
    Las instituciones deberían equiparar la problemática del fatalismo pedagógico a favor del alumno; Trabajando en conjunto con el docente.
    La responsabilidad es tanto del docente como de la Institución, esta ultima debe brindar un respaldo. Muchas veces el maestro se ve ante situaciones y problemáticas de la vida sociocultural de los chicos que estallan en el ámbito educativo y no puede enfrentarlas solo es por ello que la escuela debe apoyarlo.
    Comprendo que es una labor complicada, se debe intentar resolverlas con un trabajo en conjunto y así generar en el alumno deseos de superación y progreso, terminar con la idea de que el alumno no va podrá avanzar mas allá de su contexto social.


    Emilce Fernandez-

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  20. 1) ¿Cómo podría combatirse el fatalismo pedagógico y las creencias de fracaso programado que afectan el desempeño docente en las escuelas de clases populares marginadas? Si conoce proponga alguna experiencia que va en contrario de lo que ven Tedesco y Parra. Personalmente recuerdo el caso de entrenador de basquet Ken Carter, el cual en una escuela marginal de virginia, Richmond high School, implemento una serie de estrategias y mecanismo para inculcar valores que, la escuela por su funcionamiento "tradicional" no podía inculcar, podría decirse que era una fabrica productora de soldados de reserva para el mercado de trabajo (Marx) o una institución educativa diseñada para que los excluidos sigan como tales (Becker)Sus alumno pudieron llegar a la universidad y algunos hasta graduarse gracias a los conceptos y la escala de valores inscrita en los alumnos gracias a este coach. Disciplina, respeto, Igualdad, Ambición (apetito no desmedido por el triunfo), Humildad, Esfuerzo, Habito de estudio. Ese gran DT de baloncesto, había sido un alumno de esa escuela, el cual tenia récord en ese deporte y soñaba con que los chicos sueñes y por supuesto concreten sus metas. Este es un mini documental de su historia: https://www.youtube.com/watch?v=NNrEL9i9Mgk

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  21. 2) ¿Cómo calcula que pueden influir el Plan Conectar Igualdad y los programas de becas, la AUH y la ampliación de la obligatoriedad en las creencias docentes en los procesos pedagógicos y las expectativas docentes?

    Creo que deberían recibir un perfeccionamiento acerca de como esas herramientas podrían enriquecer su profesión para poder obtener resultados gratificantes en su desarrollo como docentes.Se debería incentivar y gratificar a los docentes que cumplan con los perfeccionamietos. los mismos deberían ser obligatorios y se deberían apgar como parte del salario, de esta manera no sentirán que están perdiendo el tiempo o utilizando su tiempo libre en el trabajo.

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