viernes, 5 de junio de 2015

Texto de Apoyo y TP 6 Unidad IV parte A (colgar antes de viernes 12/6)

Las relaciones promiscuas entre economía y educación

Dentro de la investigación económica, el papel de la educación ha dado una especie de giro copernicano desde mediados de los años ’60. Hasta ese momento, la economía dominante  se mostraba relativamente indiferente ante los problemas educativos. La gran expansión educativa producto de las generaciones jóvenes en Europa y EEUU (baby boomers) que crecieron aceleradamente después de la II Guerra, era encarada con un enfoque predominante de gasto o costo presupuestario y fiscal. Así, las necesidades educativas eran tomadas como una variable demográfica y una necesidad cultural que se imponía a la economía desde fuera de la misma.  El problema se reducía entonces a cómo y quienes debían poner cuantos recursos para satisfacer estas novedosas demandas y necesidades.

Para algunos, era antieconómico financiar infinitamente las expectativas educativas crecientes de la población, para otros (en europa) era el Estado de Bienestar quien tenía que aumentar los recursos fiscales para proveer servicios educativos universales, y para los americanos eran los particulares los que debían enfrentar el grueso de la carga de estas expectativas.

De la mano de algunos investigadores que aplicaron los métodos de la economía neoclásica a principios de los ‘60, tratando la educación como un bien mercantilizado aparece por primera vez la idea del significado puramente económico de la formación educactiva de la población.

En vez de aceptarse como un gasto generado por  una necesidad fundamentalmente extraeconómica, los economistas americanos (fundamentalmente Schultz y luego el premio nobel Gary Becker) intentaron demostrar que lejos de constituir un gasto, el incremento de los niveles de capacidades educativas de la población era una “inversión” que tenía un importante recupero futuro y no un gasto o un costo. Estos planteos abandonan la radical distinción fundante de toda la teoría económica anterior a saber: que todo gasto puede ser por consumo o por inversión rígidamente separados. Mientras los bienes de consumo producen satisfacción de los hombres y sus necesidades y desaparecen con su uso,   los bienes de inversión (máquinas, equipos, tecnología) no producen satisfacción pero incrementan la capacidad o rendimiento productivo. La educación que antes aparecía siempre como un “consumo” que respondía a satisfacer necesidades y demandas de los hombres, ahora aparece también como “inversión” ya que incrementa las capacidades productivas,  la eficiencia de la economía, y junto con ellas mejora los rendimientos y los ingresos tanto individuales como del conjunto de la sociedad.

Para enfrentar tradiciones teóricas muy arraigadas apelaron a una denominación francamente (es un juicio personal) “espeluznante”: la teoría del “Capital Humano”. Para ellos, los gastos en todas aquellas cosas que aumenten la capacidad y el rendimiento productivo esperado de una persona o de una población deben ser tratados como “capital”.

Desde ya el Capital humano no se restringe a la educación, aunque en la divulgación y popularización de la teoría así haya quedado arraigado. La salud (que abarca hasta una alimentación adecuada), y los costos de movilidad de la fuerza de trabajo (facilidades de migración), la capacitación en el empleo, son considerados factores importantes de acumulación de capital humano. Según Schultz, que analizó diversos países de Europa y Asia en comparación con EEUU, el Capital humano constituye una variable explicativa muy importante del crecimiento económico. Tanto o más gravitante que la dotación de recursos naturales, o la inversión en capital físico. La educación es descripta como un capital que mezcla la posibilidad de aumentar la capacidad productiva con la satisfacción de necesidades culturales o simbólicas. El análisis de la experiencia del extraordinario crecimiento de los países llamados NICs (New Industrial Countries) en Asia (Malasia, Taiwan, Singapur, Corea del Sur, y otros) quienes realizaron extraordinarias inversiones en la infraestructura y en el crecimiento de los niveles educativos de la población, parecía reforzar la idea de que efectivamente la dotación de capital educativo era un vector importante para el desarrollo.

El primer problema de estas teorías en sus aplicaciones de política económica era ¿quién debe invertir en educación o más ampliamente en el capital humano?, ¿quién debe sufragar y correr los riesgos de sufragar los gastos de la inversión toda vez que sus rendimientos no son inmediatos sino de mediano y sobre todo largo plazo?. 

Es claro que en una sociedad de libremercado capitalista, el capital tiene que tener un rendimiento y el beneficiario de este rendimiento es quien afronta los gastos y riesgos de invertir en él. Sin embargo, estos economistas se encontraron con una brutal diferencia entre la inversión en una máquina o una patente tecnológica y en capacitar o formar a los empleados: mientras el rendimiento de la máquina estaba bajo su control, el rendimiento adicional de la persona quedaba bajo control de la persona, no podía ser apropiado. En efecto, a diferencia del capital físico que está sujeto a las leyes de la propiedad y el mercado, el capital humano y educativo es una propiedad intransferible del beneficiario: la capacitación que el capitalista paga puede ser aprovechada por otro capitalista que tiente al trabajador calificado a dejar la empresa que lo capacitó.  El capital humano en el mejor de los casos puede “alquilarse” pero nunca comprarse o venderse. Así, la primera consecuencia es que no va a haber inversión de los capitalistas en capital humano porque no hay seguridades sobre su control. Sólo los particulares interesados y los gobiernos que piensan no en una rentabilidad particular sino en un beneficio general pueden ser interesados en invertir en capital humano.

Así, como verán en el texto de Hammermesh y Rees, la inversión privada en capital educativo es la que realizan las mismas personas particulares. Esta inversión es de dos clases: por un lado y menos importante es la inversión en los costos directos de estudiar (matrículas, viáticos, apuntes, etc.). Está demostrado que los costos directos de estudiar no son determinantes en la decisión de terminar o no un nivel educativo.  Por otro lado y más importante es lo que dejan de percibir por estudiar en vez de trabajar por un salario. Este último componente de la inversión educativa individual se denomina “costo de oportunidad”.

La investigación económica y las estadísticas demuestran que esta inversión es rentable para los individuos: con las nuevas calificaciones y acreditaciones educativas obtenidas las diferencias de ingresos futuros son mayores y compensan de manera visible el gasto de inversión realizado tanto directo como el de “costo de oportunidad”. Así, las remuneraciones de los niveles educativos más altos son también más altas y los mayores títulos permiten acceder a los mejores empleos.

La inversión individual en educación tiene entonces una “tasa interna de retorno”, es decir, un beneficio que se obtiene merced a una inserción laboral y diferencias de ingresos atribuibles a los mayores niveles educativos obtenidos.

Como mencioné antes, también hay un interés colectivo en la inversión educativa. Los gobiernos son interesados en invertir en educación por lo que se llama el retorno o rendimiento social de la educación: aumenta la competitividad global de la economía, se atrae mayor inversión productiva, aumenta la integración social, se disminuyen la desigualdad, etc.

En la década del ’90 estas teorías conocieron una difusión extraordinaria hasta incorporarse al lenguaje político y cotidiano. Con el advenimiento y generalización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y la apertura de nuevos territorios científico tecnológicos (biotecnología, nuevos materiales, genética, etc.) la enfatización en la educación como fuerza fundamental del desarrollo resultaba irresistible. 

El “capital humano” es uno de los fetiches de la globalización. De la mano de la idea archidifundida de la “sociedad del conocimiento y los servicios”, que ubicaban el saber técnico y la capacidad de innovación como las fuerzas motrices novedosas del capitalismo global, la educación se convirtió en la “vedette” de la política económica. Había que incorporarse al mundo desarrollado, a la tecnología avanzada y explotar sus posibilidades merced una política agresiva de mejoramiento cuantitativo y cualitativo de la dotación de capital educativo de la población. Así todos los países se embarcaron en todo tipo de reformas que apuntaban a preservar y acrecentar el nivel del capital educativo de sus poblaciones. Como veremos más adelante en las últimas unidades, A. Latina y la Argentina no fueron la excepción.

Las críticas: el fin del mito

La teoría del capital humano está tan difundida hoy día que se ha convertido casi en el sentido común de casi todo el mundo. Nada hay más esperanzador que depositar en el esfuerzo individual y colectivo de mejora y desarrollo intelectual como medio de obtener bienestar material.

Sin embargo, muchos importantes investigadores descubrieron las falacias o serias limitaciones de esta teoría y sus fundamentos. Una de las primeras fue la llamada teoría del “credencialismo”  o la inflación de acreditaciones educativas desarrollada por R. Dore quien no tuvo prurito en bautizarla “la enfermedad del diploma”. El vertiginoso ritmo del cambio técnico y científico produce una permanente obsolescencia de las calificaciones educativas conseguidas en el pasado con su consiguiente devaluación y por tanto una predisposición permanente de la población a evitarla aumentando permanentemente su capital educativo alcanzando nuevas acreditaciones. El “credencialismo” implica la continua expansión de la demanda de educación y la continua devaluación de los títulos y acreditaciones anteriores, que limitan el retorno esperado de la inversión educativa. En la medida que se masifican las ofertas de trabajadores con altas calificaciones, aumenta la competencia entre ellos y se abaratan los salarios ofrecidos. La obtención de las diferencias salariales cada vez requieren mayores inversiones educativas por lo que solamente sectores más reducidos de la población pueden afrontarlas, generando una tendencia a monopolizar los mejores empleos.

Más importante fueron los descubrimientos de M. Blaug, respecto de la disparidad entre el rendimiento individual de la inversión educativa (mejores remuneraciones) y el rendimiento social (supuesta mayor productividad global). Blaug descubrió que es mentira que el incremento de capital educativo de una población genere aumentos en la productividad y competitividad social global de la misma. En efecto, en EEUU mismo el período de auge de los niveles educativos superiores coincidieron con fases de crecimiento débil o estancamiento en los indicadores de productividad y competitividad de la economía. Una vez más el provecho individual no supone provecho social. Blaug instaló como explicación la llamada teoría de las “señales”: no es que los empleadores esperen que incorporando personal más capacitado o educado aumenten su productividad y eficiencia productiva (cosa que tampoco es nítida aun en estudios de empresas) sino que simplemente utilizan los títulos alcanzados como signos de que el personal a incorporar posee determinadas características como “constancia en el esfuerzo”, “sometimiento a examenes”, “responsabilidad”, “capacidad de aprender”, etc. que no necesariamente se relacionan con un aumento efectivo de rendimiento en la tarea. Blaug investigó la cobertura de cargos gerenciales en algunas empresas y comprobó que efectivamente los títulos tienen poco que ver con el rendimiento efectivo en el trabajo, a pesar de lo cual las empresas los utilizan como criterio importante de decisión al incorporar personal. En este sentido, las conclusiones de Blaug son realmente pesimistas porque el crecimiento de las acreditaciones de la población lo único que hace es introducir índices de selectividad mayores favorables a quienes pudieron y tuvieron la  posibilidad de realizar mayores inversiones educativas, y ello sin beneficio tangible para el conjunto de la sociedad y del funcionamiento productivo de la economía.

Por último se encuentran las críticas de orientación marxista como la de M. Carnoy en el sentido de que la dinámica de acumulación de capital es contradictoria y produce resultados con crisis recurrentes que alcanzan a la valorización de las acreditaciones educativas.  En este esquema explicativo, las crisis cíclicas del capitalismo producen un sobreexceso de capital educativo y calificaciones disponibles en la población. Contrariamente a lo que se cree el capitalismo de libremercado está muy lejos de asignar de manera racional y óptima los recursos educativos disponibles sino que los subutiliza de manera recurrente.  Carnoy descubre el fenómeno de la “sobreeducación” en el sentido de que el capitalismo utiliza sistemáticamente menos calificaciones que las disponibles en el mercado.  Utilizando la terminología de otro economista, L. Thurow,  el fenómeno de la sobreeducación, da lugar a lo que denominó “efecto fila” para explicar las ventajas individuales de la acumulación de capital educativo: lejos de generar empleo o mejorar los ingresos de la población, el aumento individual de las acreditaciones educativas permite alterar el orden en la fila de desempleados: siempre van a aumentar la probabilidad de conseguir empleo pero no por la expectativa de aumentar el rendimiento productivo de la empresa sino simplemente porque ante la posibilidad de elegir, la empresa elige a aquellos que ofrecen mayor capital educativo aunque no vaya a ser utilizado en el proceso de trabajo mismo. Es decir, el “efecto fila” supone que la inversión educativa simplemente facilita la selección de personal de las empresas aún a costa de subutilizarla. El ejemplo más obvio es el de las estaciones de servicio o los servicios de delivery, mensajería, etc. que exigen secundario completo para despachar combustible o manejar una moto. También es muy común que empresas importantes exijan estudios universitarios para simples empleos administrativos descualificados. En ninguno de estos casos, el aumento de las calificaciones educativas implica mejoras en el rendimiento o productividad del trabajo.

Van Zanten introduce un tema que es constitutivo de la escuela del capitalismo democrático: la meritocracia, y cómo ha mutado la institución escolar en las últimas décadas al respecto. El mito del mérito requiere igualdad de oportunidades y neutralidad en la valoración de la utilidad social y las contribuciones de cada individuo al bien colectivo, cosa que nunca se ha cumplido históricamente pero sobre lo que la escuela mantiene su legitimidad. La escuela es presentada como administradora de méritos "neutral" y autónoma, ocultando su secreta servidumbre de las elites y las clases poderosas.

Pero esto pudo sostenerse firmemente mientras la sociedad de bienestar era exitosa en los gloriosos 30 años del capitalismo de posguerra. A lo largo de los años 80 y 90 la escuela cambió su impacto en la estructura ocupacional y el mercado de trabajo, mutó su organización interna y su inserción política, y trastocó la relación con las distintas clases y sectores sociales.
En 1er. lugar la inflación de títulos los desvaloriza y por tanto hay un desfase entre recompensa escolar y recompensa laboral y económica.
En 2do lugar, las empresas valoran contenidos y habilidades no escolarizables como actitudes, modales, estilos de vida que no se aprenden en las instituciones. La formación escolar cada vez interviene menos en la selección laboral y los conocimientos y modos de conducta tradicionalmente impartidos pierden espacio frente al "capital social" dominado por otros agentes pedagógicos no escolares: medios de comunicación, industria del entretenimiento, publicidad y consumo, moda, clubes elitistas, grupos de afinidades por estilos de vida y consumo, etc. 
En 3er. lugar, la descentralización de la gestión burocrática unificada que se desplaza por las instancias regionales y locales, generó múltiples fuerzas y niveles de decisión que introducen desorientación, confusión y la ausencia de un comando y una dirección  de avance unificada. Esto se  agudiza por las presiones supranacionales (Banco Mundial, bloques regionales, UNESCO) y por la desvalorización social del docente. Debilitadas las autoridades, las normas de mérito son así soliviantadas y confusas sin agentes que las sostengan con continuidad y energía.
En 4to. lugar, la masificación de los niveles primario y medio redunda en una mayor tensión entre los modelos de conducta y expectativas de las clases populares y el modelo escolar establecido generando toda clase de conflicto. En muchas escuelas los alumnos de clases populares logran una suerte de poder de veto sobre las normas escolares y, sobre todo, para evitar un fracaso escolar generalizado, se relajan completamente las normas de exigencia y evaluación.
En 5to. lugar las clases altas y medio altas incrementan su capacidad de influencia directa sobre instituciones y decisiones educativas de los directivos y docentes, avasallando también criterios meritocráticos ("colonización" de la escuela, "parentocracia").

Economía y Educación en la Argentina. La desocupación,  los cambios en la estructura social y sus relaciones con la educación.

 
Como es sabido, la crisis de la “matriz estadocéntrica” y del capitalismo protegido de mediados de los ’70 (el llamado “rodrigazo” de junio de 1975, fue el preaviso) fue llevando hacia fines de los ’80 a dos procesos vinculados: la hiperinflación y el endeudamiento externo. Hasta ese momento, la economía argentina se caracterizaba por un mercado de trabajo algo estancado pero con bajas tasas de desocupación (4-5%) que era capaz de absorber incluso un módico flujo de  inmigración de países limítrofes. Luego de etapas expansivas y oscilantes durante los 60 en materia de salarios, con las políticas neoliberales ensayadas por la dictadura militar, el salario real sufre una severa contracción, abriendo un tendencia que no se revertiría con el retorno de la democracia en 1983. Especialmente afectados resultaban los trabajadores industriales afectados además por un proceso profundo de cierre de fábricas y precarización del trabajo, pero también amplios sectores del empleo público como los docentes y los trabajadores de la salud, empleados de las otrora poderosas empresas de servicios públicos (ENTEL, YPF, Gas del Estado, O.Sanitarias, etc.).

La combinación de caídas de salarios con alta inflación dio por tierra hacia fines de los ’80 con la visión de una fuerte clase media en la argentina asociada, durante muchas décadas, en el imaginario colectivo con la movilidad social ascendente, introduciendo en el vocabulario sociológico - en cierta medida vulgarizado por los medios de comunicación -  una nueva categoría social: “los nuevos pobres” para diferenciarlos de los pobres estructurales. La nueva pobreza aludía a una situación ciertamente atípica desde el punto de vista conceptual, pero que las estadísticas de la Encuesta de Hogares del INDEC venían mostrando cada vez más frecuente: se refería a aquellas personas que teniendo un patrimonio, un estilo de vida y unas calificaciones educativas medias o altas, carecían de ingresos monetarios suficientes para superar la llamada línea de pobreza (es decir, el gasto social del consumo mínimo en todos los rubros para una familia tipo de un matrimonio con dos hijos uno en la escuela primaria, y otro en la secundaria). Así, el nuevo pobre era alguien que habiendo obtenido por sí o por herencia un cierto patrimonio (casa, auto, electrodomésticos, etc.), un cierto capital educativo y simbólico (nivel educativo, capacitación profesional, cultural general)  y un cierto capital social (redes de amigos, grupos de pertenencia, clubes, etc.) no lograba obtener ingresos reales para afrontar los gastos corrientes de un estándar de vida mínimo. El motivo más frecuente de esta situación de inconsistencia entre capital social familiar acumulado e ingresos reales familiares era la pérdida de la estabilidad en el empleo, y/o la degradación  de los salarios de los jefes de hogar, producto de la inflación y las crisis recesivas.

Así, los aumentos de la pobreza provenían tanto por la ampliación de la pobreza estructural (los pobres por ingresos cuyo capital social acumulado también es pobre) como de la movilidad social descendente de varios segmentos de los estratos medios.
En la década del ’90, las políticas neoliberales al principio exitosas en términos de estabilidad de precios y salarios, no tardaron en agudizar los problemas del empleo. La desocupación aumentó mucho a partir de 1993 cuando trepa al 9% y se hace francamente endémica y poco manejable con la recesión que siguió a la crisis del “efecto Tequila” en 1995, superando entonces el 18%. En la fase inicial exitosa del Plan de Convertibilidad (1991-1994) la pérdida de puestos de trabajo  por la llamada “reconversión industrial” y sobre todo por el achicamiento del estado y las privatizaciones, fue compensado por la expansión del sector de comercio, finanzas y servicios. Pero cuando la crisis se generalizó  terminó alcanzando a casi todas las ramas y sectores de la economía.

Ahora bien, ¿cuál fue el comportamiento de la población en materia educativa?: lejos de desanimarse por el desempleo, la precariedad laboral y los bajos salarios, el esfuerzo educativo de la población se reforzó: tanto los niveles medios, pero sobre todo la educación superior y universitaria gozaron de un espectacular proceso de expansión. Como aparece detallado en mi texto, las cantidades de ingresantes, cursantes y egresados, en la década del ’90 tienen un importante incremento que excede el crecimiento vegetativo de la población.

Es interesante entonces el contraste con lo ocurrido en las décadas del 50 y el 60 donde también se desarrollaron fuertes tendencias al aumento de los niveles de instrucción formal de la población. Mientras que en aquellos momentos la obtención de capital educativo se relacionaba con un mercado de trabajo expansivo y mejores oportunidades de inserción laboral y salarios (“efecto escalera” de ascenso social) ahora, en los ’90 el aumento del capital educativo se vinculaba a evitar la pérdida de posiciones o un empeoramiento de la situación sociocupacional (el “efecto paracaídas” que menciona Filmus).

La estructura social y ocupacional que dejaban las políticas neoliberales no permitían aprovechar el enorme impulso educativo de la población: no solamente se destruían empleos sino que tendían a destrurirse los más calificados. Así la tasa de desocupación de los niveles educativos superiores aunque más bajas que los niveles educativos inferiores, se deterioraba a un ritmo mucho mayor, lo que significaba que los principales damnificados en el mercado laboral bajo las nuevas condiciones eran los de mayores niveles educativos. En efecto, la apertura de la economía había ocasionado un proceso de importación de bienes de capital (equipamiento, maquinaria, insumos, repuestos) de alto valor agregado, que destruyó los puestos de trabajo locales de mayor nivel de calificación. El caso de los ingenieros industriales fue algo típico de aquel momento, ahora por suerte se está reviertiendo. Los sectores que más ganaban en los ’90, la exportación de materias primas, y de bienes industriales de bajo nivel de valor agregado (“comodities”) no generaban puestos de trabajo de alta calificación, por lo que la sobreabundancia de oferta de profesionales terminó elevando su tasa de desocupación a niveles insólitos (12 %) comparando internacionalmente. Ello ocasionó entre el 2000 y el 2002 la avalancha de jóvenes en los consulados de países europeos y EEUU para emigrar.

Es especialmente pertinente para interpretar estas tendencias los fenómenos de sobreeducación (Carnoy) por los cuales no solamente hay población altamente calificada que no consigue empleo (subutilización absoluta de capital educativo) sino también que esta población consigue empleos de bajos niveles de complejidad de la tarea y en condiciones precarias (subutilización relativa del capital educativo).  Es decir, producto de la sobreabundancia de altos niveles educativos, los empleadores ocupan los escasos puestos de trabajo que se generan aumentando la selectividad sobre los postulantes sobre la base de criterios educativos que no están nada relacionados con la complejidad o nivel de calificación de las tareas del puesto de trabajo. Ello genera, el llamado “efecto fila” ya explicado en la clase anterior: los títulos más altos no sirven para conseguir empleos adecuados en términos de calificación profesional del puesto,  sino solo para aumentar las chances de acceder a empleos no calificados o poco calificados, en condiciones precarias y con bajos niveles de ingresos.

En estas condiciones se genera un círculo vicioso autodestructivo: la desesperación por evitar perder posiciones en el mercado laboral lleva a la gente a aumentar su esfuerzo en obtener capital educativo, lo que lleva a aumentar el nivel de selectividad del mercado laboral, lo que aumenta de nuevo la propensión a incrementar el nivel educativo. Por supuesto, finalmente aquellos que no pueden sostener el esfuerzo de inversión en aumento del capital educativo (los más pobres) son los grandes perdedores de esta espiral autodestructiva, puesto que son desplazados del mercado de trabajo por los más educados, aún cuando los puestos de trabajo no exijan elevados niveles de calificación y educación.

Con el crecimiento de la economía desde fines del 2002 y el cambio de políticas económicas, el incremento de la protección sobre la producción local, el aumento del gasto público y la inversión pública, se han mejorado ostensiblemente los niveles de empleo. Justamente los primeros beneficiados en la expansión del empleo y creación de nuevos puestos de trabajo son los más calificados. Por lo que la tasa de desocupación del nivel de educación superior y universitaria descendió abruptamente al mismo tiempo que mejoraron los ingresos y salarios.

Sin embargo, hay que advertir que estas tendencias positivas tienen bases ciertamente endebles o al menos transitorias: el alto precio de las materias primas exportables (soja y petróleo) que posibilitan un elevado superávit fiscal y bajas tasas de interés internacionales que desestimulan la fuga de capitales y atraen la inversión. Hay que recordar, que el desarrollo industrial  y por tanto el impulso de base para la expansión del empleo, históricamente en la Argentina consume y no produce divisas (U$$) y por tanto depende en gran medida de la buena situación de los mercados internacionales para nuestros productos. Por ello se ha llamado a nuestro proceso de industrialización como “dependiente” tanto del financiamiento externo que requiere como de la tecnología que mayoritariamente utiliza.

TRABAJO PRACTICO (elija 1)

1)Piense en la trayectoria ocupacional y educativa de su familia: hermanos, padres y abuelos. ¿cómo entender las inversiones educativas que fueron realizando?

2) Si conoce algún ejemplo real del efecto "parentocracia" de Van Zanten por el cual la influencia de los padres de clases medias altas o altas terminan avasallando los criterios meritocráticos.

21 comentarios:

  1. Un caso que relaciono con la parentocracia de Van Zanten es el que ocurría en una escuela cercana a mi casa, a la que asistían varias amigas mías. Esta era una escuela privada con alumnos en su mayoría, hijos de padres de clase media-alta, siendo muy pocos los pertenecientes a la clase baja. Como dice Van Zanten, estos padres de clase media y alta construyen un capital social colectivo a través de la colonización de escuelas como esta, de barrio, construyendo un entorno social y de ayuda mutua con otros padres y con los profesores. Es por esto mismo que en un curso al que asistían dos chicos becados de clase baja, cuyas familias se contraponían enormemente a la familia de los demás pertenecientes a otros estratos sociales, a estos chicos siempre se les daba los peores papeles en los actos escolares (si es que se los tenía en cuenta siquiera) o algo mucho más significativo y que denota la sensibilidad de los directores frente a las presiones exteriores de los padres de buen nivel social influyentes en la institución, es que uno de estos chicos de clase baja, aun siendo el segundo mejor promedio de su curso, fue ignorado como tal, eligiendo como escolta a otro que no era el mejor en el plano académico, de forma totalmente arbitraria y haciendo caso omiso a los criterios de meritocracia, seguramente para mejorar el prestigio social de la escuela.

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  2. …“La meritocracia puede ser así vista como un sistema en el cual la escuela y sus agentes poseen una autonomía y un poder importante de imposición de normas sociales y de decisión sobre las trayectorias profesionales y sociales a pesar de su dependencia estructural en relación con las élites sociales. Desde esta perspectiva, es posible distinguir periodos históricos en los cuales el poder de la escuela aparece limitado y periodos en los cuales es elevado”…
    …“La erocion de la meritocracia esta, sin embargo, tambien ligada al desarrollo de lo que llamo, siguiendo la terminología de Brown(1990), la “parentocracia” , es decir, un modo de regulacion del sistema educativo que da un margen de accion mas importante a las estrategias d elos padres de las clases media alta. Es importante subrayar que se trata, sin embargo, por lo tanto de un cambio en el modo de intervencion como de un aumento de la influencia de los padres en las trayectorias escolares. En efecto, en el modelo “meritocratico” anterior –como teorizaron Burdeau y Passeron (1970) y luego demostraron numeroso estudios empiricos- la influencia de las clases dominantes sobre el sistema educativo era tambien muy importante, pero se ejercia a traves de un mecanismo institucional de delegacion en la escuela, sobre la cual los padres ejercian un contro indirecto, politico, social y cultural, que conducia a que los contenidos de enseñanza, las practicas pedagogicas y las actitudes de los maestros sancionaran “talentos” que reflejaban, en realidad, la herencia cultural de los padres. La meritocracia era asi una logica hibrida que mostraba la utonomia relativa de la escuela para dictar ciertas reglas y para determinar quienes serian los elegidos dentro de las clases dominantes, pero en el marco de un control global ejercido por esas mismas categorias sociales . Esa relacion, por supuesto, no ha desaparecido y es aun frecuentemente denunciada, pero una transformacion importante ha tenido lugar”….
    Estos parrafos me parecieron muy relevantes para contar lo que pienso o sucede . Como conte “varias” veces doy clases a cualquier nivel de educacion y tanto a alumnos de escuelas secundarias como privadas.
    Ahora que tuve que leer este texto me acorde de una escuela privada que no queda muy lejos de mi casa y es una escuela privada (sin dar nombre) que dentro de Florencio Varela es imposible y es lo que escucho de muchos padres de que sus hijos puedan ingresar.
    Preguntando y preguntando me han dicho que NO cualquiera entra a ese colegio. Según por lo que dicen solo pueden entrar chicos cuyos padres han estudiado anteriormente en ese colegio, tienen que ser hijos que tengan actividades fuera del colegio (hacer deportes, viajar, ser hijos de comerciantes/ empresarios), etc.
    Es decir que si yo tengo un hijo ahora no puede entrar.
    Hace poco tiempo di clases a un hijo de una familia de japoneses y me contaron que su familia , hijos, sobrinos, etc fueron y van a ese colegio y todos estaban en las olimpiadas de matematica, fisica y todo tipo de actividades que tienen que ver con la ingenieria y que ese colegio es el mas alto a nivel de educacion, cultura, etc
    Tambien me contaron que es el colegio mas caro y mas pagado. Y todos se jactan de que en ese colegio no puede ir cualquiera, esos son los conceptos que usan.
    A mi parecer tambien yo creo que esta mal eso porque muchos chicos tambien se que rebotan y dejan ese colegio por los motivos que sean. Son muy prejuiciosos hoy en dia. Es mas, si son de color no admiten porque dicen que manchan la imagen del colegio.
    Entonces me pregunto cuanto hay de igualdad, de lucha por la verdadera educacion y por su avance??

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  3. Consigna 1
    Si pienso en las inversiones en educación que fueron realizando desde mis abuelos que hoy tienen 90 años hasta mi presente, diría que está vinculada con el contexto económico y social que a atravesado el país y mas precisamente la provincia de donde soy oriunda (Sgo. Del Estero) caracterizada por el poco desarrollo económico y por la falta de diversificación y riqueza de su suelo, mencionó esto porque hay en cada decisión de invertir o no en la educación de los hijos una asociación en el futuro laboral que puede tener cada estudiante de está zona. Mis abuelos nacieron y criaron sus hijos en el campo solo vieron necesaria para ellos la educación mínima primaria, sin embargo el atraso que significo la caída de salarios y los indices de inflación alta de los años 80 hicieron que mis padres se mudaran de ese lugar para invertir en una educación secundaria y superior para nosotros, tal vez esa posesión de tierras de mis abuelos y la educación superior a la que accedió mi mamá (docente) los posicionaron en una economía medianamente estable, pero la perdida de empleos y la crisis desatada en la provincia en 1993 (santiagueñazo) hicieron perder parte de esa ilusión de acceder a la educación superior de mis hermanos mayores, generando que solo uno de ellos pueda lograr un titulo superior y así poder conseguir un mejor empleo, aún así en el periodo de crisis del 2001 tanto a mi hermana como yo que cursábamos en la universidad y casi a punto de recibirnos solo conseguimos trabajos muy precarios para los cuales para nada se necesitaba una calificación académica. Hoy ambas seguimos invirtiendo en la educación superior ella porque debe perfeccionarse y sumar acreditación a su titulo de Licenciada para poder sostener un empleo estable y yo porque simplemente para ser empleada de un supermercado a veces no alcanza con ser técnico.
    Concluyendo, cada generación de mi familia fue acomodándose o intento sobrevivir al desarrollo económico y político, cuando tuvo que modernizarse y acomodarse al avance del capitalismo que fue desplazando a los pequeños productores, luego las crisis determinaron si era conveniente o posible seguir estudiando o trabajar para sostener un hogar y finalmente pensar en seguir en sistema educativo superior y seguir perfeccionándose para poder acceder a un mejor empleo, sabiendo que el mercado laboral se hace cada vez mas competitivo y a la vez mas cruel por el poder discriminador de las empresas.

    Vera Torres.

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  4. 1) La trayectoria ocupacional y educativa empieza a desarrollarse con mis abuelos, siguiendo mis padres. Su formacion academica fue publica (primaria y/o secundaria), que dio lugar a una invercion economica que genero consumo y gasto; desempeñandose en ambos casos en el area comercial.
    Por parte de mi hernano, su formacion educativa, tambien fue publica ( primaria,secundaria,universidad) dando lugar a una invercion economica de consumo y productivismo;desempeñandose como profesor.
    El desarrollo humano, hace que las inverciones educativas, generen riquezas con valor agregado.

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  5. Alejandra Figueroa11 de junio de 2015, 20:28

    2)
    Describiendo el siguiente ejemplo de un matrimonio de clase media-alta compuesto por la mujer una jubilada docente y su marido un Juez de Paz, ambos desean que su hija de 23 años complete la carrera universitaria de abogacía, en la universidad de Belgrano (además de haber cursado idiomas en el extranjero), para luego ingresar en una importante consultoría. Esta situación ejemplifica el concepto de “parentocracia” ya que responde a los deseos de sus padres, y se facilita por ciertos contactos para ingresar a una reconocida consultoría, debilitándose de esta forma el poder meritocràtico de la escuela pública que sostenía una igualdad de oportunidades para obtener posiciones, aquí las posiciones se adquieren por estudiar en determinados lugares y pertenecer a una elite. Como lo plantea Brown la relación entre la educación y el sistema económico contribuyo en las últimas décadas sobre todo en la etapa neoliberal de los años 90^ a debilitar el concepto. Cuantos más diplomas y certificaciones académicas se posea más altos serán las posibilidades de acceder a mejores puestos, con salarios altos sustituyendo habilidades y esfuerzo de personas con bajos recursos que pudiendo egresar de una universidad con igual título y no pertenezcan a una elite, les sea más difícil acceder a puestos de reconocidas empresas, desvalorizando así el capital cultural escolar ya que también se valora un capital personal que no comprende solamente la cultura escolar.

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  6. 2) Van Zanten, destaca la evolución de la relación de la escuela con las diferentes categorías sociales. Sostiene que el poder meritocrático de la escuela se debilita en la medida en que la obtención de credenciales ya no garantiza movilidad social, recompensas profesionales, como lo hacía antes. La meritocracia es sustituida poco a poco por la “parentocracia”, donde los padres de las clases sociales altas tienen mayor poder de decisión, intervención e influencia sobre la educación de sus hijos, lejos de las clases sociales más desfavorecidas.
    El hijo del juez, así etiquetaban los docentes a un compañero del secundario, el cuál siempre se culpaba de todos los líos que armábamos en el curso, porque sabía que no le iba a pasar nada, y era cierto. En una oportunidad una profesora pidió licencia, y la suplente luego de dar clases dos meses cerro las notas del boletín con la mitad del curso desaprobado, cuando regreso la titular dijo: esto está mal hecho y borro el promedio de los alumnos cuyos padres estaban en la comisión de la escuela, y la del hijo del juez.
    Anexo un fragmento de la película “Perfume de mujer” que me pareció apropiada para seguir reflexionando sobre el tema. https://www.youtube.com/watch?v=G_vqzr_g6Ag
    Lorena Scacciaferro

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  7. 2) Si conoce algún ejemplo real del efecto "parentocracia" de Van Zanten por el cual la influencia de los padres de clases medias altas o altas terminan avasallando los criterios meritocráticos.

    “La escuela es presentada como administradora de méritos "neutral" y autónoma, ocultando su secreta servidumbre de las elites y las clases poderosas.”
    A esta frase yo le agregaría “Y CAMBIANDO AL MÉRITO POR UN TÍTULO”
    Lo digo porque lo vi en una escuela privada de Ranelangh, en donde esta escuela se maneja en razon de las decisiones de una comisión de pdres/madres de clase alta y son ellos los que deciden el funcionamiento de hasta las obras que tiene que realizar la institución y son éllos mismos los que recaudan dinero (que ellos ponen) para realizarlas. Asi, deciden tambien quienes ingresan o no a la institución y entre estas mismas familias los hijos se diferencan de acuerdo a la posición de sus padres en la institución. Ya no se trata del MERITO intelectual, se trata de la determinación PARENTOCRÁTICA. Es mas, una nena que dejo esa escuela, al ingresar en otra igual privada, pero de menor nivel se encontro con que el nivel que habia alcanzado era muy menor al que tenian los chcos de su nueva escuela, por lo que le costo ponerse al dia.

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  8. -Si conoce algún ejemplo real del efecto "parentocracia" de Van Zanten por el cual la influencia de los padres de clases medias altas o altas terminan avasallando los criterios meritocráticos.
    Un caso que relaciono con el efecto de ‘’parentocracia’’ de Van Zanten es cuando yo iba a la escuela y en general mis compañeros y yo éramos de clase media/baja pero teníamos una compañera que provenía de clase alta y en cierta ocasión esta chica tuvo una pelea con otra en el instituto, ambas fueron llamadas a dirección pero solo una fue sancionada , la otra , pero esto sucedía siempre era muy notorio la diferencia, la chica llegaba siempre tarde , hasta mismo en los recreos cuando llegaba tarde no le decía nada, una vez lo planteamos en dirección y nos dijeron que no podía hacer nada ya que era la hija de tal persona.

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  9. Las inversiones económicas de mi familia fueron marcadas por situaciones de guerra, económicas y sociales. Mis abuelos nacieron en Italia, donde apenas hicieron unos años de la escuela primaria ya que su dedicación era al campo, donde trabajaban la tierra. Con 24 años mi abuela migro de Sicilia (Italia) con una hija escapando de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) hacia Argentina. Mientras mi abuelo era soldado en Alemania. Cuando mi abuela llego se instaló en una pieza y comenzó a coser (habilidad que le enseñaron de chica). Cuando termino la Guerra y mi abuelo vino a la Argentina, comenzó a trabajar como obrero en la Cervecería de Quilmes. A medida que fueron juntando dinero, pudieron hacerse la casa y ponerse un almacén.
    Mi madre fue a la escuela N° 9 de Quilmes, finalizo la primaria. Luego comenzó a trabajar como cajera en un supermercado. Mi padre fue a la misma escuela; quien hizo la primaria y luego entro a trabajar como obrero en una fábrica. Las condiciones económicas de ambos, los llevaron a tener que trabajar y no poder continuar con sus estudios. Mi padre de grande, termino el secundario.
    Mis hermanos y yo, a diferencia de mis padres, fuimos desde el jardín a un Colegio Privado. Mi madre llevaba adelante la casa, mi padre trabajaba hasta 12hs diarias para poder ganar un buen sueldo y poder pagar la cuota del colegio (hasta realizaba horas extras los sábados) ¿Por qué lo hacía? Pretendían que tuviéramos una educación mejor que la que ellos habían recibido, que aprendiéramos un idioma como inglés y que una vez finalizado el colegio pensáramos en una carrera universitaria.
    Si bien los tres fuimos a escuela privada a la hora de elegir una universidad no se podía solventar los gastos de una universidad privada.
    Mi hermana, termino el secundario a fines de los 90.En ese momento en la fábrica que trabajaba mi padre comenzaron a echar gente; aunque el clima laboral era bastante inestable mis padres prefirieron que no trabaje para poder dedicarse a la carrera de Abogacía en la Uba. Ella pudo cursar la mayoría de la carrera sin trabajar, solo el último año comenzó a ganar experiencia con un trabajo ad honorem en el Poder Judicial.
    Mi hermano, termino el secundario en el 2001 en plena crisis financiera y política de la Argentina. En ese momento no pudo comenzar a estudiar en la Universidad para poder trabajar. Años después comenzó la carrera de Licenciado en Comercio Exterior en la Unqui, hoy en día solo le restan 5 materias para recibirse.
    Yo termine el secundario en el 2003. Desde que comencé a estudiar comencé a invertir en mi capital educativo, sobre todo para los gastos directos. He tenido periodos en los que tuve que dejar de estudiar para poder trabajar. Hoy me encuentro estudiando la carrera de Licenciatura en Educación y trabajando.

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  10. 1)Piense en la trayectoria ocupacional y educativa de su familia: hermanos, padres y abuelos. ¿cómo entender las inversiones educativas que fueron realizando?
    Las inversiones educativas en mi familia fueron pocas, debido a las diferentes situaciones por las que tuvimos que atravesar en ocasiones vinculadas a las crisis económicas. El caso particular de mi hermana creo que puede enmarcarse dentro de este tema. Ella, luego de haber terminado el secundario, decidió estudiar en la facultad de medicina en La Plata, sin embargo por la situación económica familiar en 1985 y 1986, no pudo continuar con sus estudios, y debió salir a trabajar. Unos diez años después, decidió comenzar a estudiar magisterio, porque era evidente el proceso de crisis por el que atravesaba el país en general, y mi cuñado para entonces sin empleo estable, por ello decidió invertir en educación. Realizó la carrera de Maestra de grado. Cuando finalizó sus estudios, consiguió trabajo de maestra, pero si bien sí era estable su trabajo, lo cierto era que los sueldos eran bajos, había meses en los que no se le pagaba, y debía esperar a que le paguen. (Época de la carpa blanca) Por lo que después, decidió volver a un trabajo que tenía anteriormente en un comercio, por una cuestión económica. Se puede decir que era una profesional, trabajando en un empleo para el cual no se había formado, pero que le pagaban un poco más. Unos años después (2004), la situación de los docentes mejoró, sin embargo, por esos años pudo ingresar a trabajar en un empleo más estable, el título de maestra, le sirvió para acceder al trabajo que actualmente tiene, pero no ejerce. El efecto fila en este caso se cumple desde el momento en que accede en el año 2004 a su actual trabajo, que por entonces estaba en proceso de transformación, se notaban largas filas para acceder, pero solo unos pocos lo lograban y lo cierto es que en principio no era muy buen pago, pero actualmente la transformación surtió efecto por lo que ella aún continúa en el mismo.
    Cecilia Salega

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  11. Consigna 2.
    Leyendo los aportes de mis compañeros, me llama la atención el de Gabriela ya que me siento totalmente identificada, trabaje hasta hace pocos días en un jardín privado con las mismas características que ella comenta, en donde un grupo de padres y madres de clase media alta actúan como si fuesen “celebridades” de la escuela, desde el momento que ingresan con sus hijos sin pronunciar un “buen día” hasta su constante observación del comportamiento de todas las docentes de la institución, están pendientes de cada decisión que en esta se toma, como también la institución pendiente a este grupo de padres a la hora de tomar decisiones tanto pedagógicas como institucionales. En cuanto al ausentismo de docentes (por enfermedad) los mismos se presentan molestos y deciden sobre que docente quieren o no para sus hijos, influyendo en las decisiones a tomar por los directivos. Si bien todos los padres de la institución pagan la misma cuota hay un grupo que parece tomar decisiones en ella. También se observa que en ellos hay una trayectoria en la institución ya que la mayoría estudio ahí.
    Las condiciones que deberían cumplir las escuela: “... una igualdad de oportunidades para obtener las posiciones y una sanción justa de del valor de cada individuo por una institución socialmente neutra...” sabemos que históricamente nunca se cumplieron a la perfección, y aquí cabe la pregunta de Van Zanter ¿El fin de la meritocracia?
    Este caso es un claro ejemplo de relación de dominación que ejerce un grupo social a través de la escuela y esto está ligado a la terminología “Parentocracia” que es el modo de regulación del sistema educativo que da un margen de acción más importante a las estrategias de los padres de las clases medias y altas.
    Estos padres depositan menos confianza en la escuela y sus agentes, por lo que interviene de manera directa y personal en su funcionamiento.
    De hecho una docente de la escuela presento su renuncia ya que sentía una constante presión por ese grupo de padres.
    Alumna: Bertana Valeria.

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  12. 1)Piense en la trayectoria ocupacional y educativa de su familia: hermanos, padres y abuelos. ¿cómo entender las INVERSIONES educativas que fueron realizando?
    Logro notar mas visiblemente las inversiones educativas realizadas por mis abuelos maternos hacia mi madre. Mis abuelos, quienes tan sólo habían completado la escuela primaria, enviaron a mi madre desde muy joven a estudiar música, fue así que tan solo al terminar el secundario y rendir muy pocas materias de un terciario mi madre logro obtener su titulo y ejerce, hasta hoy, de profesora de música. Esas clases eran muy costosas, pero mi abuela, hasta hoy en día, al referirse al tema ella misma lo clasifica como una inversión.
    Es inevitable que el tema no me haga reflexionar acerca del famoso "tenes que estudiar para poder ser alguien", el mito social mas escuchado por los jóvenes día tras días. Creo que aún sigue dando vueltas esa idea de inversión educativa. Pensado como un fruto que se cosechara a futuro. Siendo dinero y tiempo invertido en algo realmente "valioso" para muchos.

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  13. Consigna 2
    Al leer como Van Zanten explica el concepto de parentocracia y describe esa influencia que ejercen los padres de las clases dominantes, me hizo recordar un episodio que sucedió en una escuela secundaria privada en el centro de Quilmes.
    Dicho colegio se caracteriza por tener una cuota eleveda y es reconocido por tener cierto prestigio académico.
    Por motivos administrativos que desconozco, se decide abrir el turno tarde bajo una especie de "conveniado" subvencionado, lo que iba a permitir que muchos alumnos con pocos recursos pudieran acceder a estudiar en esta institución, ya que la cuota era muy baja.
    El problema se suscitó cuando los padres del turno mañana se enteraron y se presentaron al colegio a pedir, más bien a exigir, que no les den ese lugar en la institución argumentando que "ellos" no podían juntarse con sus hijos porque vivían realidades completamente diferentes y ellos no iban a permitir "que se mezclen".
    Finalmente, el colegio tomó la determinación de alquilar las instalaciones de otro colegio, que queda en la periferia,que en el turno tarde estaba libre para no tener problemas con los padres del turno mañana; quedando al descubierto la influencia que estos padres ejercieron sobre la institución.

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  14. 2) Si conoce algún ejemplo real del efecto "parentocracia" de Van Zanten por el cual la influencia de los padres de clases medias altas o altas terminan avasallando los criterios meritocráticos.

    Con respecto al efecto "parentocracia" me parece acorde el caso de un estudiante de un Colegio Privado, donde el mismo creía que por ser parte de una clase social alta y estar al día con las elevadas cuotas de la institución los profesores debían aprobarlo, a pesar de no estar su examen y/o sus trabajos en las condiciones optimas para aprobar. Es aquí donde el docente asombrado por la reacción del chico, recurre a la dirección para discutir que hacer con él, a lo que la dirección responde con un "es hijo de... no podemos hacer nada, si le falta poco para aprobar lo aprobas y sino igual".
    Por otra parte los padres del estudiante repetidas veces se han presentado en la institución alegando que su hijo debía tener el más alto nivel, y que los profesores tenían la obligación de lograr que su hijo tuviera las mejores calificaciones para que una vez egresado pudiera seguir los pasos de la familia. El mérito ya no era lo importante, las reglas y normas de convivencia no importaban en cuanto los padres del chico no renunciaran a colaborar con la institución.
    Casos como éste fueron aumentando a lo largo del tiempo, cualquier beneficio que pudiera perjudicarse era solucionado de esta manera.

    Piñero Valeria.

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  15. 2) Si conoce algún ejemplo real del efecto "parentocracia" de Van Zanten por el cual la influencia de los padres de clases medias altas o altas terminan avasallando los criterios meritocráticos.

    Asistí desde jardín hasta terminar mis estudios en la secundaria a una escuela pública de Avellaneda. En mi opinión, sin embargo, más allá de que fuese una escuela del Estado, no era una institución más de la zona. Primero en principal porque no cualquiera podía asistir allí. Para ingresar se debía vivir en zonas aledañas a la institución ( no conocí, por lo menos en el turno mañana y durante el tiempo que estudie allí , chicos que vivan en villas o que estuvieran en situación de pobreza), haber empezado desde jardín,o tener familiares en la institución, o en caso de querer ingresar a la secundaria, hasta por lo menos el año 2000 – 2005, realizar un examen de ingreso. Por otro lado, relacionándolo con el concepto de parentocracia, recuerdo que desde la primaria había una comisión de madres, las cuales se encargaban de elegir cuando se realizaban los actos, por ejemplo, el atuendo que usaríamos además de decidir “junto con las maestras”, quienes eran las encargadas/os de encarar los papeles principales ( que siempre oh casualidad eran las chicas/os más lindos o los hijos de las docentes que trabajaban en la escuela) , de leer frente a los familiares o de representar al grado en diferentes ocasiones cuando se competía contra otros colegios.
    Se tenía como prioridad, por sobre los méritos de los alumnos, un carácter elitista ya que no siempre los alumnos que representaban al curso eran los de mejor coeficiente, sino, quienes se los consideraba como educados ( con buenos modales sobre todo), bonitos, simpáticos, etc. La institución quería distinguirse por sobre las demás de diferentes maneras como las que acabo de nombrar, dejando de lado la “igualdad educativa” tanto al realizar examen de ingreso como al elegir quienes representaban a la escuela.

    Alumna: Anabela Lovisa

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  16. Con este ejemplo me remito a lo que Van Zanten explica por Parentocracia.
    Mi hermana junto con otras madres del colegio, el año pasado, organizaron la fiesta de egresados de sus hijxs. Lo que ocurrió allí, como en años precedentes, es hacer lo que determinaba cierto grupo de padres (siempre los mismo por supuesto).
    Estos alumnos de 6º grado van juntos desde Jardín, por consiguiente los padres se conocen desde ese entonces.
    En reiteradas ocasiones al momento de tomar decisiones, ya sea para los actos escolares, reuniones, regalos, camperas de egresados y fiestas de egresados (en este caso) son los mismo padres lo que tienen “la última palabra”. De manera tal que un año se logró conseguir que la maestra siga con ese grupo de alumnos por pedido de los padres.
    Pero en lo que quiero hacer hincapié es que con relación a la fiesta de egresados hubo varias disputas por la elección del lugar donde se haría la fiesta. Aquí disponían de tres lugares para realizarla: La escuela, un salón accesible económicamente, del cual algunos padres se quejaban por no poder pagar y por último otro salón aún más caro.
    Luego de dos reuniones concluyen que la van a realizar en el último salón -el más caro- decisión de unos pocos, claro está, los mismo de siempre por la falta de postura de los demás padres.

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  17. 1.- La trayectoria ocupacional y educativa de la mayoría de los miembros de mi familia (Abuelos, Tíos, Padres) se dio casi de manera simultánea. Muchos de ellos comenzaron estudiando con mucho énfasis y entusiasmo y al pasar el tiempo en ello, y por diferentes circunstancias de la vida propia de cualquier época (inclusive hoy en día sucede) muchos de ellos se vieron obligados a abandonar sus estudios dejando de lado el sueño de alcanzar una carrera soñada y obtener un futuro digno mas así formalizar una familia. Todo se ve opacado por verse obligado a abandonar esos anhelos que son finalizar los estudios (todo futuro, todo sueño) en post de ayudar en lo económico a sus padres, pero siempre en mente no poderse olvidar en continuar por esos estudios “dejados”. Así también antes el hecho de no verse preparado para un trabajo no era de vital importancia, pues antes el empleo era mucho más accesible y respetado, más hoy en día si uno no consta de una base de un idioma como el inglés y un mínimo conocimiento del área de informática le es a uno muy difícil acceder a un trabajo digno; este ejemplo lo veo explicitado (Aunque no esté en nuestra bibliografía de la materia) en el texto de Sennett, Richard (2000) “La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo”. Pues aquí demuestra como cambia la manera de encarar un trabajo y conseguir solventar los gastos de la familia en comparación con dos generaciones distintas. Soy Huani

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  18. Consigna 2:
    Un caso de parentocracia relacionado con Van Zanten ocurría en el colegio mi sobrina.
    Asistió en un colegio donde la mayoría del personal del colegio eran parientes y los alumnos eran hermanos de alguien que había ido a ese colegio.
    Las directoras del Jardín y la Primaria eran hermanas y la directora de Secundaria era hija de una de las anteriores.
    Los profesores era: 1 el marido de la directora de Primaria y sus hijos eran profesores de informática y derecho, también las preceptoras eran sobrinas de las directoras de Jardín y Primaria y prima de la directora de Secundaria.
    La gran mayoría de los profesores y maestras eran familiares o egresados de la Institución.
    Los que tenían mas posibilidades de entrar eran aquellos que habían ido de Jardín hasta egresarse y si tenían hermanos iban y pagaban las cuotas aun mas.
    Tuvo una profesora de Ingles faltandole años para recibirse per era egresada de la Institución.
    Sumado la nieta de las directoras, compañera de mi sobrina, era siempre abanderada sin importar sus notas, allí se ve la gran influencia que provocaba el ser nieta de...

    Emilce Fernandez.

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  19. Si conoce algún ejemplo real del efecto "parentocracia" de Van Zanten por el cual la influencia de los padres de clases medias altas o altas terminan avasallando los criterios meritocráticos.
    el ejemplo mas cercano de parentocracia que conozco, es el de una compañera de primaria que por ser la hija de la secretaria, las maestras tenían un trato preferencia para con ella.
    ademas la secretaria había pedido que se tenga especial cuidado con ella por que estaba atravesando la separación de los padres, pero por parte de las maestras el trato excedía la sutileza, y dejaban que ella no cumpla con las tareas y las actividades que lo demás saciamos y aun así ella conseguía buenas notas. recuerdo exactamente como mi compañera se pasaba las horas haciendo cualquier cosa sin que las maestras, le digan algo, ni siquiera un llamado de atención.
    lo que me parece mas alarmante de esta situación es que se deja de lado el aprendizaje q tiene que llevar a cabo, y al fin de cuentas termina siendo perjudicial para el alumno contemplado, porque nadie le asegura que durante su trayectoria escolar se sigan teniendo las mismas consideraciones.

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  20. 1)Piense en la trayectoria ocupacional y educativa de su familia: hermanos, padres y abuelos. ¿cómo entender las inversiones educativas que fueron realizando? Tanto mi familia paterna y mi familia materna, ninguno pudo terminar y o empezar la secundaria, a exceptuando a la menor de mis tías paternas que tiene 30 años. Dentro de mi familia, tanto mis primos paternos, algunos maternos y yo fuimos a escuelas privadas reconocidas en la zona. En primer lugar por la consigna del sentido común en el neoliberalismo "si es privado es mejor" y en mi caso por que a la escuela que fui de pre escolar a noveno era de religión evangélica y mis papas optaron por esa escuela también por ese motivo. Todos los familiares que tengo de generaciones anteriores fueron casi siempre a escuelas publicas, en capital federal, en lanus y en un pueblo de santiago del estero, ninguno de ellos posee un titulo terciario o universitario, a excepción de mi tío que se retiro como cabo de la prefectura, y mi tía antes mencionada q tiene tres años de ciencias políticas en la Unla. Por otro lado mis papas son empleados en empresas chicas los cuales, en especial mi mama consideran que ir a la universidad es un derecho, un merito y a veces un lujo, ambos admiran a las personas con Doctorados y títulos de esa índoles y consideran que es la única forma de salirse de la opresión en el marcado laboral

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  21. 2) Si conoce algún ejemplo real del efecto "parentocracia" de Van Zanten por el cual la influencia de los padres de clases medias altas o altas terminan avasallando los criterios meritocráticos.
    Ví varios casos de ejemplos de parentocracia en una escuela privada de clase media y media alta en Florencio Varela. En este luagr era muy común ue para evitar problemas con los padres, los directivos mandaran a todos los chicos a la bandera o se les asignaran los mejores papeles en los actos a los chicos de clases bajas(especialmente becados para poder cumplir con l mínimo del alumnado)no era común que se les asignaran tles lugares, ya que sus padres no protestaban. Fue muy notoria la molestia de muchas compañeras, cuando en un acto de fin de año, le di el papel principal a una de estas chicas de clase baja y con menor rendimiento. Diego

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